Desde la primera escena que se filmó tras la invención del cine, en nuestras mentes se han generado gavetas de recolección para imágenes emblemáticas y sentimientos generados en cada cuadro, y que no podremos olvidar nunca. Las hay para todos los gustos, para quienes disfrutan del drama y el romance, gozan del derroche de adrenalina al ver un filme de terror, entre otros.
El poder que tiene el séptimo arte en nuestras vidas va más allá de lo imaginable; seguramente no existe alguien quien no haya recurrido a un diálogo o a una secuencia para ejemplificar una experiencia vivida, y hemos pasado horas entre amigos o pareja platicando sobre nuestras pasiones cinéfilas.
Tener un amplio stock en la memoria sobre cintas clave, también es muy útil en las reuniones que exigen conocimiento general para sobrevivir en ciertos juegos. Porque las películas no se cierran únicamente a su trama, tienen la facultad de presentar mundos inexplorados y culturas diferentes. Y finalmente, porque ver cine convierte toda atmósfera humana en algo distinto. El cine (nos) transforma.
Entre esas escenas que dejan huella, no podemos omitir aquellas que han causado tal estrujón en el estómago, tal golpe en la conciencia, que de manera masoquista hasta las podríamos ver de nuevo. A continuación, las escenas más perturbadoras que hemos encontrado:
“Un perro andaluz”, Buñuel y Dalí
(1929)
La obra cumbre del surrealismo fílmico, colaboración de Dalí y Buñuel, cuenta con una de las escenas más emblemáticas en cuanto a traumas de espectadores concierne. El cuadro de un ojo cortado por una navaja de afeitar ha sido referente visual de la historia cinematográfica.
“El silencio de los inocentes”, Jonathan Demme
(1991)
“Goodbye horses” se lanzó a la fama gracias a esa escena en que se presenta Buffalo Bill bailando, cubierto de piezas y trofeos de sus víctimas. La representación perfecta de la psicosis y la perversión hecha un estilo. En su totalidad, la película es un gran momento del cine actual.
https://www.youtube.com/watch?v=BeXMzOUH0NA
“Naked Lunch”, David Cronenberg
(1991)
¿Quién podría olvidar la primera vez que observó esa máquina de escribir? Ni en tus pesadillas más funestas se ha presentado algo similar, a menos que ya hayas visto la película y sus tormentos te acechen a la hora de ir a dormir.
“Drive”, Nicolas Windig Rifn
(2011)
Siempre hemos visto películas violentas. Desde las muy ficticias hasta las que caen en el documental, pero hay situaciones en celuloide que simplemente no son soportables. Cuando en esta joya, Ryan Gosling se dispone a golpear brutalmente a otro hombre, más de uno seguramente deseó poner pausa o salir de la sala.
“A serbian film”, Srdjan Spasojevic
(2010)
Aunque la producción entera está llena de crudeza hay una escena que muchos quisiéramos omitir de nuestros recuerdos. Esa en donde un padre viola a su hijo, y los efectos sonoros logran perturbar aún más nuestros sentidos.
https://www.youtube.com/watch?v=bVeUChVurlo
“29 palms”, Leonardo Ricagni
(2002)
Tras una serie de eventos desagradables como pareja que incluyen una violación; ese momento en que el hombre decide tomar venganza ante cualquier objeto que sea capaz de recibirlo, es también el momento en que como observadores nos damos cuenta de que todo se ha perdido.
https://www.youtube.com/watch?v=jgdWBfoReqg
“El abogado del crimen”, Ridley Scott
(2013)
Una de las mejores producciones de Scott que está plagada de drogas, excesos, malas personas y un mundo retorcido. La escena que merece mención en este listado es una en que Cameron Díaz decide demostrar sus aptitudes acrobáticas sobre el automóvil de Javier Bardem.
“Tideland”, Terry Gilliam
(2006)
La película en sí es terrorífica y mueve emociones que no deberíamos conocer. Ver a la niña protagonista de la historia jugar con sus muñecas como un escape de la realidad, justifica todas las malas impresiones que se tiene con respecto a la raza humana y nuestra civilización. Memorable: el contacto con su padre al inyectarle droga, preparar el contenido, ponerse la jeringa en la boca… Todo va mal.
“Irreversible”, Gaspar Noé
(2002)
Sobra toda explicación a los traumas provocados por la obra maestra de Noé. La respiración se agita con sólo recordarlo, mirar ese paso a desnivel es casi imposible. La escena de la que hablamos no es otra cosa más que muerte a nuestros sentidos y a cualquier esperanza en la sociedad, es el retrato más descarnado de una violación en la suciedad de la calle.
“SALÓ”, Pier Paolo Pasolini
(1976)
La última película que filmaría Pasolini y que hasta ahora es considerada como la más perturbadora de la historia. La escena final donde se retrata la indiferencia humana hacia la perversión, la violencia y el asesinato sigue siendo un fuerte referente del terror retratado.
https://www.youtube.com/watch?v=4r_Utke9lew
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