Para mí la reconstrucción interior a través del placer sería,
Tu bello cuerpo dentro del mío.
Tal vez pudiera sentirme, aunque fuera por un momento, una mujer hermosa
Y reflejar todo mi ser desnudo en tus manos, acariciándome.
Así se repararían algunos daños…
Y que tu goce fuera tan intenso, tan auténtico,
Que yo también pudiera ver tu belleza, más aún de la que tienes.
Que ambos fuéramos la máxima expresión
De nuestros mundos, de nuestra excitación.
Porque nuestros cuerpos serían engranajes perfectos,
Que encajan en su altura, en su delgadez, en su color de piel, en sus ojos claros…
Dos cuerpos, puzzle de erotismo:
Labios en sincronía,
Pechos que se rozan,
Y los míos invaden tu espacio.
Genitales que se juntan. Y tu sexo es
Quién completa mis vacíos, el que me llena…
Conexión dual que nos hablaría de realidades muy importantes:
Como la de estar vivos y ser amantes felices dentro de una sexualidad respetuosa.
Como la de amar sin lastimar, sin humillar al otro…
Dos seres libres
En una unión de afectos,
De sensaciones, dentro de una atmósfera,
Dónde besar, abrazar y penetrar realmente fuese un acto amoroso
Y no un mero acto instintivo.