“Dios aparece mucho más en los orgasmos que en las charlas teológicas”.
–Valérie Tasso
En distintas partes del mundo el tema del sexo y sobre todo el goce de la mujer de éste sigue siendo un tema tabú. Un tema que se deja en la recámara y del que poco se habla. Si bien el placer que se puede conseguir con el sexo es igual de importante para hombres y para mujeres, son los primeros los que han podido darse el lujo a través de los años de hablar abiertamente de su sexualidad. Mientras que las segundas, han debido estar calladas. Aquellos gemidos de placer al alcanzar el tan buscado orgasmo se quedan en la cama, tapados por las sábanas que los envuelven como si se tratara de algo anormal y antinatural.
Poco a poco, el tema ha logrado salir de la habitación para platicarse en las aulas, en los foros, libros o incluso para ser investigados por científicos. Y aunque ya puede hablarse con mayor facilidad, aún existen muchos mitos y dudas en torno al sexo y sobre todo al orgasmo.
Freud decía que las mujeres podían experimentar dos tipos de orgasmo: el clitoridiano y el vaginal. Según el médico neurólogo y padre del psicoanálisis pocas mujeres lograban conseguir un orgasmo al masturbarse mediante la estimulación del clítoris. Por ello, en la edad adulta debían aprender a “transferir el centro de la respuesta sexual del clítoris a la vagina y al orgasmo coital [1]”. Como algunas de esas mujeres no lograban hacer la “transferencia”, sólo podían experimentar el orgasmo clitoridiano y eso las hacía “vaginalmente frígidas”. Según Freud, el único orgasmo femenino maduro era el vaginal.
En años posteriores este mito fue desechado. Masters y Johnson (ginecólogo y su esposa sexóloga) consideraron que sólo existe un tipo de orgasmo visto desde el punto fisiológico; el orgasmo es igual, independientemente de que sea provocado por la estimulación clitordiana o la vaginal. Lo que sí cambia son las percepciones que dan sensaciones diversas. Más tarde, llegaron también a la conclusión de que las mujeres experimentan orgasmos múltiples en periodos de tiempo cortos.
También mucho se ha hablado del punto G y de cómo llegar a él para darle mayor placer a la mujer, así como probar posturas distintas que permitan llegar a puntos inalcanzables o lejanos.
Además de la preocupación en saber cómo se puede llegar al orgasmo, científicos han mostrado interés en ver lo que ocurre en el cerebro mientras se alcanza el punto máximo. Investigadores de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos realizaron un estudio para conocer cómo se comporta el cerebro femenino cuando está alcanzando el orgasmo, proceso que suele tardar aproximadamente siete minutos.
Para llevar acabo el estudio se tomaron imágenes con un escáner de resonancia magnética funcional a una voluntaria, mientras ésta, en solitario, se estimuló hasta llegar al clímax. Luego, la empresa The Visual IMD analizó las imágenes para realizar una película de la actividad cerebral al momento que se presenta el orgasmo.
En el video se pueden ver los niveles de oxígeno en la sangre que están relacionados a la actividad cerebral. Para ver los cambios se utilizaron distintos colores; para la actividad baja se empleó el rojo intenso y para mayor actividad el amarillo-blanco. Así, cuando la estimulación va en aumento, los tonos pasan del rojo al amarillo, momento en el que se ha conseguido el orgasmo. En este punto la mayoría de los sistemas cerebrales se activan.
Este estudio demuestra que las primeras caricias en la zona genital sólo encienden una parte del córtex sensorial, pero estas señales se extienden rápidamente hacia la zona que está vinculada con el comportamiento, emociones y memoria a largo plazo, conocida como el sistema límbico. Luego, segundos antes al orgasmo y cuando los músculos comienzan a contraerse, el cerebelo y el córtex frontal se iluminan. Cuando se llega al punto máximo, la totalidad del cerebro se activa y el color amarillo pasa a ocupar toda el área.
Con este mapa cerebral se podría revelar por qué algunas mujeres tienen dificultad para disfrutar las relaciones sexuales, pues con las imágenes se puede ver el momento en el que el proceso para llegar al orgasmo se interrumpe.
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Referencias:
[1] Shibley Hyde, Janet. Psicología de la mujer: la otra mitad de la experiencia humana. (1991) D.C. Health and Company, Lexington. USA.
Mapa cerebral