En el siglo XV, el pintor italiano Giuseppe Arcimboldo logró reflejar en sus obras un imaginario que trascendía a la mera representación humana para encontrar en los monstruos y las criaturas amorfas el misticismo rechazado por una era que trataba de contraponer la razón frente al sentimiento. Los híbridos manieristas de Arcimboldo retaban los cánones de representación realista para presentar un cuestionamiento ontológico en torno a aquello que nos hace humanos, para definir al ser como algo más complejo que una apariencia.
Casi cuatro siglos antes del nacimiento de las vanguardias que traería consigo la estética surrealista, las figuras de este artista ya utilizaban la estética de lo grotesco como una postura frente a los ideales pictóricos clásicos. Sus retratos estaban construidos a partir de la acumulación de flores, frutos, objetos y animales; con un sentido metafórico que relacionaba la naturaleza con la esencia humana. La existencia orgánica era entendida en sus piezas como una superposición de elementos, una mezcla de fragmentos amorfos que al unirse nos dan un cuerpo.
Giuseppe Arcimboldo es probablemente uno de los artistas más revolucionarios en términos estéticos. En plena cumbre del realismo renacentista, el pintor italiano dejó fluir la imaginación con sus personajes de naturaleza caricaturesca, mientras rechazaba la belleza antigua.
Con el manierismo, la imagen humana se reducía a su figura esencial, Arcimboldo lo hizo con la combinación y acumulación de distintos objetos que, de manera simbólica, generan un todo pues cada fragmento representado construye nuestra mente y cimenta nuestra personalidad. Así, los híbridos no sólo están entre nosotros, sino también en nuestro interior aunque no seamos capaces de verlos ni de abstraer su forma.
A lo largo de la historia del arte, mediante la hibridez, los artistas han cuestionado el cuerpo como el impulso de desprenderse de sí mismos y enfrentarse sin ataduras físicas, con una nueva piel, para exhibir su interior expresando la libertad artística como una catarsis pero también como un cuestionamiento cósmico.
La transformación del cuerpo humano es en el arte una herramienta que continúa presente en los creadores contemporáneos, como los siguientes tres artistas que permiten que el híbrido se manifieste en su obra en aspectos técnicos, personajes, estética, temáticas, metáforas y una conceptualización compleja que fusiona distintos elementos en la construcción de un estilo único.
Lizette Abraham
Fotografía
La figura humana es el punto de partida para la creación de personajes de esta fotógrafa, mismos que interpreta ella misma en una labor que mezcla el performance con las herramientas de edición digital y manipulación fotográfica en torno al cuerpo. Esa esencia performática permite que el dolor y las emociones retratadas se transmitan con la energía y la fuerza de la autora, quien también ha habitado entre las sombras.
Lizette se interesa por aquellos temas incómodos para una sociedad acostumbrada a desviar la mirada, como la violencia de género y el narcotráfico en sus series fotográficas que revelan todo aquello que se oculta bajo las telas de la impunidad y los tabúes. Como la serie “Encuentros con la incertidumbre”, en la cual el cuerpo es una herramienta para ser consciente de su ser femenino, de la construcción como mujer y lo que en ello repercute. Su producción es un laboratorio para mundos imaginarios y escenarios oníricos que dan cuenta de la realidad que no queremos seguir callando, imágenes que te permitirán reconstruir a una sociedad en decadencia como la serie “Imaginarios desaparecidos” que visibiliza los estragos de las desapariciones forzadas y los feminicidios.
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Giovanna Tommasi
Collage
En la obra de Giovanna Tommasi, el híbrido está en la técnica y en el personaje, en la intención de crear un universo complejo a partir de los fragmentos de otros, agrupando elementos que se yuxtaponen en una construcción donde adquieren distintos significados. Su universo de recortes está construido metafóricamente con ayuda del azar, pues ella expresa en su producción que lo más apegado a la realidad es aprovechar las desproporciones y accidentes; así recorta para rescatar seres del olvido de las páginas y los convierte en habitantes de collage y animaciones donde todo es posible.
Al observar sus piezas entendemos que un collage es como un ser humano, porque se construye al ensamblar las piezas de un rompecabezas en constante transformación, con elementos aleatorios, montajes y yuxtaposiciones entrelazadas por el tiempo. Ello nos convierte en híbridos libres, capaces de elegir nuestra forma a partir de experiencias, recuerdos y referencias visuales que nos permitan abstraer una pequeña parte del mundo que nos rodea.
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Jean Angelus Pichardo
Composición electroacústica
La composición electroacústica es por definición una fusión, el híbrido musical contemporáneo que se arriesgó a mezclar medios electrónicos con música clásica, y la producción de sonido eléctrico se convirtió entonces en parte vital de la composición musical.
Jean Angelus Pichardo, incluye además a esta mezcla un enfoque multidisciplinario, incorporando de manera constante la sociología, la literatura, la fotografía, el teatro y el arte sonoro dentro de su música. La producción audiovisual, la danza y el arte se fusionan con sus piezas musicales en el híbrido sonoro que define la obra de Pichardo.
Su música se ha presentado en América, Europa y Asia, incluyendo presentaciones en el 10th World Symposium on Choral Music, Florence International Choir Festival, China International Choir Festival, 6th Fukushima Vocal Ensemble Competition, Montreal/Nouvelles Musique Festival, Orchestre Giovanilli Festival, Festival Internacional América Cantat, Festival Latinoamericano de Video y Artes Visuales (FLVR), Festival Internacional de México en Barcelona, Festival Internacional Cervantino, Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, entre otros.
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En el marco del Día de los Museos, Cultura Colectiva y el Museo del Palacio de Bellas Artes presentan la charla “Criaturas amorfas en el arte contemporáneo” el próximo viernes 18 de mayo a las 19:00 hrs. Un diálogo entre tres artistas con el objetivo de analizar el concepto del híbrido y la forma de abordarlo desde sus distintas disciplinas: el collage, la música electroacústica y la fotografía.
Esta actividad se realiza en el marco de la exposición “HÍBRIDOS. El cuerpo como imaginario” que propone una revisión histórica de la modificación del cuerpo como expresión artística, de la Prehistoria hasta el arte contemporáneo.
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Disfruta todas las actividades del Mes de los Museos en la CDMX: el máximo evento para los amantes del arte y no te pierdas la exposición “Hibridos. El cuerpo como imaginario” en la que podrás descubrir tu obra de arte favorita según la criatura mitológica que te representa.