El mito del artista que se muere de hambre es un mito. Los grandes banqueros y las predominantes jóvenes que compran arte lo comenzaron. Ellos sólo quieren mantener el artista bajo su pulgar. ¿Quién dijo que un artista no puede tener dinero?
Bob Dylan
Amedeo Modigliani tenía apenas 35 años cuando falleció en el Hospital de la Caridad en París, Francia. El pintor italiano tenía meningitis tuberculosa causada por un sistema inmunológico debilitado (resultado de una pobre alimentación), además de su extremo consumo de alcohol, lo que lentamente lo llevó a su muerte. Modigliani jamás consideró tratarse, ya que apenas y tenía dinero para su bebida. Muchas veces pedía a sus amigos o conocidos dinero para sus pinturas, pero su fama de alcohólico hizo que después de un tiempo estos dejaran de apoyarlo.
Modigliani sufría de dolores de cabeza muy intensos que intentaba calmar con alcohol (más o menos como Kurt Cobain y la heroína), lo que le causaba desmayos que se hicieron muy frecuentes. En vida, el pintor no tuvo mucho reconocimiento a pesar de estar relacionado con algunos de los nombres más grandes de la pintura en aquel tiempo, y más o menos como Van Gogh, hasta después de su muerte recibió el reconocimiento que sus obras merecían.
Hemos escuchado muchas veces el mito del artista que se muere de hambre. Siempre en las películas o en la literatura se ha plasmado a los creadores como personas que tienen pocos recursos, o que en su afán de querer mantenerse de cierta forma “independientes” se quedan con pocos centavos para, incluso, promocionar su obra. Actualmente es común ver a artistas que luchan contra la falta de recursos, pero ¿en verdad es normal que un creador tenga que pasar por estos baches sólo por su elección de trabajo de vida? La respuesta es no.
Existen distintas cosas que discutir para poder definir por qué no es necesario tener que sufrir, pero consideramos que estos son los puntos más importantes si quieres ser un artista pero no pasar hambre.
–
No romantizar la pobreza del artista
El problema es que el mito del artista que muere de hambre se ha popularizado demasiado y ahora los mismos creadores se posicionan en un estado mental en el que ellos ven el mundo individualmente como algo ajeno a su arte en lugar de buscar implementarlo. También aquella creencia de “darle mi arte a una empresa grande es venderme” limita demasiado, ya que te puedes perder de un buen trato a cambio que se daría con sólo ofrecer tu arte. No olvides que entre más grande el lugar que busque comprar tu obra, mayor cantidad de gente tendrá acceso a ésta.
–
No malbaratar tu trabajo
Muchas veces, aunque suene extraño, es un asunto de mercadotecnia. Seguramente todos hemos visto alguna situación en la que un artesano vende su producto a una cantidad ridículamente baja. Ese es uno de los problemas del creador: no sabe cuánto vale su obra, y si no se mentaliza para pensar en que un trabajo de arte puede llegar a costar lo que sea, jamás va a sacar provecho de sus creaciones. Piensa en el tiempo y espíritu que le dedicas a tu obra; obviamente no vale los pocos centavos en los que algunas personas la venderían.
–
No encerrarse en un mundo mediocre
La mezcla de estas dos ideas pasadas y un tonto apego hacia la idea romántica de la vida “bohemia” no sólo te impedirá crecer como artista y pasar a otras plataformas, sino que también te encerrará en una visión mediocre de su propia vida, llegando a pensar que las cosas se mantendrán así el resto de tu carrera. Si tienes un empleo además de tu creación, puedes invertir dinero en tus proyectos para tener un público más amplio.
–
Abre tu mundo sin cambiar tu arte
No estamos afirmando que debes cambiar o adoptar ciertas conductas “capitalistas” para poder salir adelante como artista. Es obvio que debes proteger tu visión y tus creaciones. La parte difícil (y la que muchos evitan) es comenzar a promover tu trabajo. El propósito es experimentar para así saber cuál es el tipo de público que recibirá tu obra con los brazos abiertos y (mejor aún) quizás llegue a comprar algo que hayas hecho.
–
Busca patrocinios
Actualmente hay demasiadas fundaciones, privadas y de gobierno, que buscan financiar trabajos de artistas. Busca becas que puedan ayudar a expandir tu mundo. Además de que conocerás más creadores, tendrás la libertad de dedicar tu atención completamente a tu trabajo en lugar de preocuparte en conseguir más dinero de fuentes externas. También podrás entrar de esta forma al mundo al que desees ingresar. No te aferres a tu independencia.
–
Trabaja, investiga, expande. Es un proceso difícil y pocos pueden hacerlo solos. Apóyate en la gente que te rodea o conoce a más personas que puedan ayudar a impulsar tu arte. Hay distintos tipos de artistas en el mundo, pero si deseas ser exitoso o simplemente no pasar hambre, no dudes de ti y continúa el camino. Siempre será difícil, algunos renunciarán, otros podrán generar un cambio, e incluso habrá quienes superen problemas aún más difíciles, pero cada quien elige su camino al final. El peor enemigo que tenemos es nosotros mismos.
