Paul McCarthy vuelve a hacer de las suyas y a los franceses no les ha hecho nada de gracia. El artista, famoso por sus obras transgresoras, perturbadoras y siniestras, se ha consolidado una imagen dentro del mundo del arte que se ha valido críticas y burlas; aún así, su obra es reconocida internacionalmente y gracias a que rompe con lo socialmente aceptado y se burla de todo y todos es que se ha forjado un nombre y que su arte merece la pena de ser conocido.
Su última instalación ubicada en la plaza Vendôme de París se parece, como muchos lo han señalado, a un consolador gigante. Se trata de un inflable, que como el mismo artista ha señalado, podría tratarse de un árbol de Navidad, pero también de un consolador anal. Esto, ha causado polémica y disgusto entre los más conservadores, quienes no han dudado en hacer saber su disgusto derrumbando el objeto en cuestión.
«Unos individuos seccionaron los cables que mantienen la escultura, aprovechando un momento de desatención de los agentes de seguridad. La estructura, llamada “Tree” (Árbol), se desplomó y se ha decidido desinflarla de forma voluntaria. Una investigación está en curso», dijo el pasado sábado un policía local.
De igual manera, un político conservador local, ya había hecho pública su denucia vía twitter, pidiendo a la alcaldesa de París que por favor “acabara con esta provocación retirando esta obra de arte”. Por si fueran pocos los indignados, un grupo de católicos tradicionalistas llamado Printemps français también, por el mismo medio, declararon que París estaba sufriendo una humillación. El periódico francés, Le Monde, comunicó que inclusive, tras instalar la obra, el artista recibió un golpe en la cara.
Fuente:
ABC