Sobre una mesa yacen algunas manzanas partidas a la mitad. De ellas emergen unas mariposas con alas fabricadas a partir de la pulpa de las frutas. Vuelan hacia el techo de una casa que se convierte en un cielo estrellado e infinito. En el cielo vuelan cometas que transportan orugas moradas con ojos rojos. Sobre la mesa donde están dispersas las manzanas hay un crucifijo con un Cristo cuyo rostro es el de una lagartija. El pintor que ha realizado esta obra titulada “El sueño del gigante”, está dormido en su cama, soñando la escena antes descrita. Se remueve inquieto, pronuncia palabras en un lenguaje primitivo, sus manos se alzan hacia el techo. A veces abre los ojos y contempla el infinito. Después vuelve a quedarse dormido. Mientras tanto, en su estudio, su lienzo se pinta solo: en él aparecen las manzanas, las orugas y los cometas que él creía sólo habitaban en su mente.
El término surrealismo fue acuñado por primera vez en 1917 por el poeta francés Guillaume Apollinaire cuando redactó el programa para la obra musical “Parade”. En él hacía referencia a un nuevo tipo de expresión, “una especie de surrealismo, que consideró el punto de partida para toda una serie de manifestaciones del Espíritu Nuevo que se está haciendo sentir hoy y que sin duda atraerá a nuestras mejores mentes”.
Existen ciertas bases específicas que te ayudarán a comprender el arte surrealista en toda su mágica proporción y gozar de sus ocultos significados. Descubre los elementos de lo que hay detrás de las obras de Dalí, Remedios Varo, Joan Miró, André Masson o cineastas como Luis Buñuel y David Lynch…
La teoría de los sueños de Sigmund Freud
El estudio del inconsciente, ese oscuro cofre en el que almacenamos recuerdos, sentimientos y emociones, fue uno de los grandes aportes al campo del psicoanálisis hecho por Sigmund Freud. Éste afirmaba que el ser humano no controla su propia mente, sino que está controlada por el inconsciente. En su obra más prestigiada, “La interpretación de los sueños”, afirma que los sueños son una manera alucinatoria de transformar nuestros deseos más profundos y reprimidos en “realidad”. Mediante el uso de símbolos, el inconsciente manifiesta de manera “tangible” lo que el consciente es incapaz de aceptar. Los sueños y sus múltiples significados y formas son parte fundamental del movimiento surrealista.
“El manifiesto surrealista” (1924)
André Breton
El surrealismo no se podría entender de manera completa sin las aportaciones del poeta, teórico y ensayista francés, André Breton. Fue un gran estudioso de las obras de Sigmund Freud y ejerció la escritura automática, un tipo de ejercicio literario en el cual el autor escribe sin pensar en la forma, libre de todo control de la razón y las implicaciones morales o estéticas de su texto. Ambos elementos fueron fundamentales en la concepción de la teoría surrealista.
En 1924 escribió “El manifiesto surrealista”, la base de todo el quehacer artístico apegado a la exploración del inconsciente por encima de todo ejercicio intelectual: “El surrealismo se basa en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos y a sustituirlos en la resolución de los principales problemas de la vida”.
En este manifiesto también sienta las bases del automatismo psíquico, que refuerza la concepción de un arte basado en la exploración de los sueños y la libertad creativa.
[André Breton en México, la nación surrealista]
Dadaísmo
Destruir los códigos y conceptos aceptados formalmente en el mundo del arte fue la razón de ser del movimiento dadaísta. Cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía, por ello es considerado un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético. En el dadaísmo se aboga por una revolución total ante lo formalmente establecido en el arte y la vida, los partidarios de esta filosofía se muestran contrarios a las leyes de la lógica y la belleza eterna. En cambio, apuestan por la libertad total del individuo, la espontaneidad, lo caótico y la contradicción de las normas. Por ello es que el arte dadaísta rompe los esquemas tradicionales y busca el caos, la sinrazón en sus manifestaciones. Para ello utilizan objetos de desecho y el montaje de fragmentos. Este movimiento estético fue el precursor del surrealismo.
“El Jardín de las delicias” de El Bosco
Este enigmático tríptico, pintado hacia 1500-1510, es una alegoría al Paraíso, el pecado, la lujuria y las vidas de Adán y Eva. Las innumerables figuras animales y humanas, los distintos planos de la existencia y la fuerte carga fantástica de esta obra la hacen un elemento fundamental para entender el espíritu del surrealismo. El lado izquierdo representa el momento en que Dios une a la primera pareja de la historia, es una escena poco frecuente en el mundo del arte. En la parte central del tríptico se exhibe la fuente de los cuatro ríos del Paraíso y dos árboles a sus costados: a la izquierda, el árbol drago y a la derecha, el árbol de la ciencia o del bien y del mal. El panel central es el más importante de todos y centra su temática en el pecado y la lujuria de los hombres. Del lado izquierdo se encuentra una siniestra representación del Infierno con una fuerte presencia de instrumentos musicales y de criaturas de aspecto espeluznante. Cada uno de los pecados capitales son exhibidos en esta parte del tríptico mediante el uso de elementos fantásticos en un mundo de verdadera pesadilla.
Arquitectura del Jardín Surrealista
Al final de la década de 1940, se instaló en Xilitla, México, Sir Edward James, un escritor británico apegado a la corriente del surrealismo. El paisaje y la abundante vegetación del sitio lo motivaron a crear un universo arquitectónico único capaz de transportar a los visitantes a una dimensión opuesta a la nuestra. Salvador Dalí describió a James como “el más loco de todos los surrealistas juntos”. Un conjunto de indescifrables pero majestuosas esculturas, escaleras que no llevan a ningún sitio, arcos góticos, pabellones con múltiples niveles y formas imposibles que seducen la imaginación es lo que conforma el Jardín Surrealista; un espacio visual único en el mundo. James fue capaz de traer a la realidad de manera tangible los alucinantes espacios donde habitaban sus sueños. El aspecto ruinoso del Jardín Surrealista nos hace pensar en el hallazgo de un mundo desconocido que en algún momento del tiempo y el espacio se cruzó con el nuestro de forma abrupta. Un completo desafío a la arquitectura tradicional.
Los cadáveres exquisitos
“Lo emocionante para nosotros en este tipo de producciones era la certeza de que para bien o para mal, representaban algo que no era posible por el trabajo de una sola mente”, dijo André Breton sobre la técnica de creación conocida como “Cadáver exquisito”, la cual los surrealistas pusieron en práctica a principios del siglo XX. Esta técnica es un ejercicio de imaginación colectiva en plena libertad que consiste en la continuación de un elemento dejado por otro hasta completar una obra. Comenzó siendo un ejercicio de escritura que evolucionó hasta el dibujo y el collage. Está íntimamente relacionado a otros “pasatiempos surrealistas” como el automatismo psíquico, en donde se desarrolla la libertad creativa, la espontaneidad y la exploración del inconsciente. El juego se deriva de una frase pronunciada cuando se jugó por primera vez en 1925: “El cadáver exquisito beberá el vino nuevo”. Los cadáveres exquisitos a veces se jugaban bajo el influjo de algunas drogas que sumieran a sus participantes en estados superiores de conciencia.
Metáforas
Son una técnica literaria donde se hace alusión a algo mediante el uso figurado del lenguaje sin mencionarlo de manera directa. La metáfora busca explicar la realidad mediante palabras que guarden una semejanza simbólica con ella. Este concepto o manejo de los símbolos es algo especialmente importante en el quehacer surrealista, el cual está cargado de figuras retóricas. Gracias a las teorías de Freud, Carl Jung o Jacques Lacan, sabemos que el inconsciente aloja todo un abanico de metáforas: animales, colores, sombras, formas, aromas, personas y otros elementos oníricos.
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Desconecta tus sentidos del mundo real y explora tu inconsciente por medio de las pinturas de Vladimir Kush, uno de los surrealistas modernos más representativos. Continúa este viaje por lo extravagante y fantástico con 15 obras para entender el dadaísmo.
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Fuentes
Old Skull
Arte España
El arte por el arte