Tarde o temprano, todas las parejas sufrirán una transformación que muchos no toman en cuenta. Ahí donde la piel resulta radiante y tersa, aparecerán arrugas. Los rasgos más atractivos, músculos y el grueso de atributos físicos terminarán cediendo ante el paso de los años. La vitalidad que en un principio caracterizó a un romance de adolescentes y los acompañó a cumplir sus sueños mientras eran adultos jóvenes, habrá de terminar a cambio de sabiduría y un sentimiento más maduro que en el pasado.
Todo eso se terminará a cambio de experiencia, amor y un compañero de vida, con quien compartes mucho más que un techo: seguramente habrán inventado un lenguaje propio, fruto de años de convivencia y también de peleas, discusiones y arranques de celos sin sentido.
Al final, no quedará otra cosa que la sinceridad de un sentimiento que se mantuvo estoico a las embestidas del tiempo, que sorteó una y otra vez los problemas que se le presentaron y que mantuvo férrea su voluntad hacia el final del camino que ahora les mueve. El secreto está en mantener la complicidad de los primeros días y encontrar la forma de la ilusión intacta y con ella, llevar un sentimiento que en principio resultaba celoso y pasional a plenitud y felicidad.
Las ilustraciones de Macarena Salinas para Upsocl sobre algunas cosas asquerosas que hace una pareja una vez que están juntos y la vergüenza se esfuma poco a poco, son un fiel reflejo de todo lo que se necesita experimentar para saber que estás con la persona indicada.
Resulta obvio que las relaciones más felices y duraderas no se forman de la noche a la mañana: para lograrlo hace falta pasar por momentos difíciles juntos, situaciones desagradables en las que florece el apoyo mutuo e incluso algunas peleas y fricciones que resultan necesarias para valorar día a día una relación; sin embargo, existen instantes en la intimidad que parecen burdos, pero también hacen su parte fortaleciendo los vínculos entre dos personas que desean compartir mucho más que una cita romántica o un compañero sexual seguro.
Se trata de situaciones cotidianas que a simple vista parecen asquerosas; sin embargo, toman otro matiz cuando son compartidas con esa persona especial. Revisar el aliento de tu pareja, su olor después de no utilizar desodorante, exprimir granos o espinillas o compartir cualquier actividad íntima es sólo una de tantas formas de decir un “te amo” sin necesidad de utilizar palabra alguna.
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Descubre la diferencia entre estar enamorado o solamente sentir una fuerte atracción sexual después de conocer el trabajo artístico de Karina Farek en “6 ilustraciones para entender las diferencias entre deseo y amor”. ¿Qué tan “normal” te consideras? Descubre cuán tolerante puedes ser con las personas que piensan y aman de una forma distinta a ti al mirar estas “20 ilustraciones que te harán dudar de tu heterosexualidad”.
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