Un columbograma es un mensaje enviado a través de palomas mensajeras. Aunque en nuestros tiempos pueda parecernos sumamente raro, en la Antigüedad esos animales eran utilizados como un medio de comunicación; sobre todo para fines militares.
Al paso de los años, conforme la industria de las telecomunicaciones fue avanzando, este tipo de mensajería desapareció. Para nosotros es casi imposible y ridículo enviar un mensaje a través da pájaros. ¿Imaginas usar una paloma mensajera para avisar a tus amigos que vas tarde o para desearle a tu pareja “dulces sueños”?
La inmediatez de la comunicación nos proporciona grandes ventajas: estamos comunicados todo el tiempo. Pero… estar comunicado no quiere decir, necesariamente, que exista una conexión real con la otra persona. Existe un tipo de lejanía que no sólo es física, sino emocional y esa no se salva ni con un millón de mensajes y llamadas. Justo son este tipo de distancias las que más duelen y las más difíciles de sortear.
¿Cuántas veces no has querido llamarle a alguien sólo para desahogar lo que te está matando por dentro?
¿Cuántas veces no has escrito un mensaje para borrarlo después por sentir que sería demasiado?
¿Cuántas veces has tenido ganas de tirar toda tu dignidad y pedirle que regrese?
Las siguientes ilustraciones y las frases que –como interpretación– las acompañan, nos hablan del desamor y la tristeza que a veces nos consume. Éstas nos recuerdan la falta de amor que sentimos por nosotros mismos y la soledad que experimentamos algunos a pesar de estar rodeado de una multitud.
¿Te identificas con alguna?
“Te quiero, pero no podemos estar juntos”.
“A veces estoy llena de palabras, voy a explotar”.
“Te extraño demasiado, pero no voy a decírtelo”.
“Me siento sola”.
“Creo que todo el mundo está madurando, menos yo”.
“Siento que la vida es una especie de juego mecánico y lo único que quiero es bajarme de él”.
“Todo el mundo tiene a alguien, menos yo”.
“A veces siento necesitar la aprobación de todos a mi alrededor”.
“Me envuelvo en mis propios dilemas y no puedo avanzar”.
“Te amo y quiero que estés aquí, pero no sé cómo pedírtelo”.
“Siento que doy un paso hacia delante y después tres hacia atrás”.
“No puedo olvidarte, simplemente sé que no puedo”.
“Quisiera que supieras cuánto deseo estar contigo”.
“Muero por verte, abrazarte y no volverte a soltar”.
“Todo se va muriendo un poquito más sin ti”.
“Quisiera saber cómo convertir este instante en algo infinito”.
“Estoy triste porque sé que tú te llevaste mi felicidad”.
“¿Cómo quitar de mis días tus besos, tus risas y tu voz?”
“Nunca voy a acostumbrarme a tu ausencia”.
“Déjame imaginar, tan sólo por un segundo, que esto va a ser para siempre”.
“No tenías que destrozarme así”.
“Necesito tiempo, pero te necesito conmigo”.
“Estoy perdida”.
“¿Algún día me vas a explicar por qué me dejaste de querer?”
“Nunca voy a entender por qué no puedo estar contigo”.
“He pasado decenas de noches sin dormir pensando en ti”.
“No entiendo qué sentido tiene mi existencia”.
“Me siento seca por dentro”.
“Nunca nadie me hirió como tú”.
Algunas veces, sólo se trata de un mal día, otras de una situación que nos destruye insufriblemente. Sin embargo, a menudo nos quedamos frente al teléfono con todos los sentimientos del mundo en las manos sin saber si es correcto expresarlos o no. Estamos rotos por dentro, pero es tan grande el escudo que elegimos poner que no permitimos que nada entre, ni salga. Todas estas ilustraciones pertenecen a Nono Astro Irareza, artista de Yakarta, Indonesia. Él sabe cómo trazar de manera sutil y poética miles de emociones humanas contenidas en la soledad y la tristeza; sigue su trabajo en Instagram para conocerlo por completo.
**
Llega a suceder que, ni aún teniendo a la mano todos los instrumentos de comunicación, nos atrevemos a decir lo que realmente pensamos o sentimos. Por eso a veces nos valemos de las figuras y los colores para expresarnos. Si quieres conocer más de ello, descubre las ilustraciones de todo lo que sufren las mujeres y nunca dicen y conoce éstas para tatuar tu endemoniado ser.