La idea primordial de un tatuaje es que sea una marca para toda la vida, ¿no es así? Representa un acontecimiento especial elegir el diseño o la frase que adornará la piel debido a su profundo significado o los recuerdos que existen detrás de ellos. El lugar donde ese tatuaje irá es muy importante, pues debe ser un sitio estético y que haga sentir bien al portador del nuevo adorno. Cualquier parte del cuerpo es apta para ser tatuada, ya que prácticamente el ser humano está cubierto de piel; los brazos, las piernas y la espalda son los sitios más recurrentes entre los amantes de la aguja y la tinta, aunque hay otros que van ganando cada vez más adeptos, como el cuello o las manos.
Pese a todo lo anterior, hay sitios muy concretos donde los mismos expertos en el arte del tatuaje recomiendan no hacer diseño alguno. En concreto se refieren a las palmas de las manos. Esta parte del cuerpo es una de las más sensibles al dolor ya que carece de una capa de grasa adecuada que amortigüe la entrada de la aguja. Además de ello la piel en esta parte del cuerpo se renueva de manera constante haciendo que el tatuaje se desvanezca muy rápido, hasta el punto de desaparecer por completo en algunos casos. El constante roce con varias superficies, la resequedad, la perpetua exposición al sol y la sudoración también son factores que contribuyen al temprano desvanecimiento de los diseños en la palma de la mano.
A diferencia de la cara externa de la mano, en donde cada vez son más las personas que la usan para adornarla con algún diseño atractivo, la palma no es precisamente una zona estética para cubrirse con un tatuaje. ¿Vale la pena soportar minutos de intenso dolor por una imagen que tal vez se borrará a los pocos meses y que lo más seguro es que no luzca nada bien? La respuesta es no.
La mayoría de los diseños que “adornan” esta delicada zona no tienen una gran estética, son pequeños en su mayoría y hechos de manera rápida, precisamente por tratarse de un sitio en extremo doloroso. Otros diseños demuestran un esmero en su realización, sin embargo, es lamentable que así sea porque tendrán que ser retocados en poco tiempo… Eso si su dueño se atreve a revivir la sesión de intenso dolor que tuvo que soportar.
Para hacerse un buen tatuaje en esta zona se debe ser casi inmune al dolor para soportar largas horas de incomodidad y mucha imaginación para sacar provecho de una zona que, como decíamos, no es del todo apta para tatuar. Debe tomarse en cuenta que la palma de la mano es cuatro veces más dolorosa que la pantorrilla o la espinilla, otras zonas de alta sensibilidad. Otro factor a tomar en cuenta es que, a menos que se usen guantes, estos tatuajes estarán totalmente expuestos, por lo que cubrirlos para evitar inconvenientes en el trabajo es tarea complicada. ¿Para qué tatuarse algo en esta zona si se tiene el cuerpo entero para colocarlo?
Si hablamos de tatuajes realmente atrevidos debemos mencionar aquellos que se colocan en la entrepierna o en el cuello, zonas donde las imágenes lucen mucho mejor y con las que se puede jugar con diseños mucho más atractivos. La espalda es otra de las zonas preferidas de los amantes de la tinta, especialmente porque pueden ser sensuales y elegantes al mismo tiempo.