Dos hombres elegantes nos observan. Las ricas telas de sus finos ropajes nos advierten no son cualquiera. Un globo terráqueo, diversos libros, un laúd e instrumentos astronómicos. La conquista del hombre sobre lo terrenal y el reino inteligente. La destreza técnica es insuperable, y sus detalles no tienen desperdicio. Nos encontramos frente a una obra maestra.
Se trata de una de las obras renacentistas más espectaculares de Hans Holbein el joven, quien nació en Alemania en el año 1497. En ambos renacimientos, tanto italiano como flamenco, se buscó representar la realidad. Siempre, de manera naturalista. Mientras los italianos tienen visión sintética, los flamencos desarrollan una visión analítica. Esto caracteriza sus representaciones minuciosas de todos los elementos en el espacio. Los italianos representaron al hombre rodeado de paisajes. Los flamencos buscaron pintar el espacio interior, la intimidad.
Los embajadores, 1533
El arte es reflejo de las inquietudes del ser humano. Esta obra es muestra de ello. Desde siempre la muerte ha inspirado al hombre. Con el catolicismo, se impuso la idea de llevar una vida buena. Una vida espiritual y con sentido merecería el reino de los cielos. Esta idea se fue gestando en el imaginario colectivo a rajatabla.
Es una obra que trata sobre la conciencia humana frente a la muerte. Vanidad de vanidades. ¿Nos caracterizan nuestras riquezas? La intelectualidad, así como los vienes materiales son mundanos.
Ésta enigmática pieza es un Memento Mori. Jean de Dinteville, embajador de Francia en Londres, y Georges de Selve. El segundo, obispo de Lavaur. La obra recordaría el momento que ambos amigos compartieron en Londres. El mensaje subyacente va más allá.
Como ocurría con muchos de los retratados, se puede apreciar su estatus. A pesar de ello, la obra da un giro inesperado. No hace falta detallar de más para darse cuenta. Algo está mal. ¿Qué es ese manchón en el centro? Se preguntarán algunos. Llama la atención entre tanta destreza técnica, de detalle minucioso y bello. ¿Se trata de un error? ¿Es acaso una burla al espectador? Es una burla a la vida.
Entre lujos y sinónimos de cultura aparece una enorme calavera. Este rasgo, distorsionado, se denomina como anamorfosis. Aunque la obra tiene características renacentistas, es propiamente manierista, por este rasgo. La pintura anamórfica, es una imagen distorsionada o deformada (a propósito). Ésta sólo adquiere su forma normal cuando se ve desde determinado ángulo. Para apreciarla sin distorsión debe ser vista desde un ángulo de 27º. También, en este caso, al verse reflejada en un elemento cóncavo.
La anamorfosis del cráneo no es un trampantojo cualquiera, es metáfora. Es una vanitas. «Vanitas vanitatum omnia vanitas», «Vanidad de vanidades, todo es vanidad). El mensaje que pretende transmitir es la inutilidad de los placeres del mundo. Frente a la certeza de la muerte, nada vale. La riqueza, los placeres, los viajes y el conocimiento son perecederos. La muerte es segura. Por ello, se animaba a tener una vida espiritual, con sentido. Aprender a prescindir de lo que realidad no nos pertenece. Las vanitas o bodegones trataban de delegar este mensaje.
Memento Mori
La vida es pasajera
disfruta el hoy
Este elemento tiene dos maneras de verse, la borrosa y la normal. Así es la vida, y así las personas. Los Embajadores es una obra que nos recuerda que todo es efímero. Todo es pasajero.