Definir al arte de forma precisa es una tarea simplemente imposible. Los filósofos y críticos han llegado a esta conclusión después de darse cuenta que al tratar de englobarlo en un solo enunciado, inevitablemente estarían dejando de lado algunas expresiones, estilos o vanguardias. Finalmente, una definición es en sí misma es un proceso de exclusión, y el arte incluye dentro de sí todo lo que sea capaz de expresar el hombre, sin importar el contexto en que éste se encuentre.
A pesar de esta imposibilidad de ser definido, personajes como Michel Foucault se han dado a la tarea de ahondar en aquello que compone al arte como una extensión de la vida. Sus reflexiones en torno al tema nos dan una idea de lo pequeño que es nuestro mundo en comparación con todas las posibilidades que esta disciplina tiene de manifestarse y de tocar la sensibilidad de sus espectadores.
Las siguientes ideas fueron rescatadas de un par de ensayos que abordan el fenómeno artístico desde la visión de este filósofo francés.
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Cada época tiene una manera de ver y representar su realidad, es decir, que conforme avanza el tiempo, las imágenes adquieren nuevos significados.
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La vida en sí misma es un arte, lo único que hace falta es alguien que le dé color, forma e intensidad.
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El arte no retrata la realidad, sólo la representa.
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Toda forma artística rompe con los estándares de su tiempo, es por eso que la mayoría de las obras son valoradas algunos años después.
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Al no ser una copia exacta de éste, el arte nos ofrece diferentes formas de percibir el mundo y todo lo que lo conforma.
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Toda expresión artística es “arte moderno” en el momento en que ésta aparece. De esta manera, la modernidad es constante.
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La manera en la que el arte moderno transgrede su realidad es retomándola en todos sus aspectos.
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El arte es la posibilidad que tenemos de decir cosas que, de otra forma, puede resultar ofensivas.
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La reproducción artística de los objetos de la vida cotidiana no tiene como fin una valorización inmediata, sino que los artistas se preocupan por un futuro en el que estos objetos dejen de existir.
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«[…] el arte moderno tiene una forma esencialmente anti-cultural, es el cinismo de la cultura vuelto contra sí mismo»
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Quizá después de leer esto te des una pequeña idea de la razón por la que el arte no puede ser definido con la facilidad que a veces quisiéramos y al mismo tiempo te percatarás de que algo tan complejo y hermoso no puede se limitado a un simple enunciado.
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Fuentes:
University of Notre Dame
Foucault y el arte: del modernismo a la biopolítica
