Texto escrito por Federico Alegria
Considerado como un fotógrafo de culto de finales del siglo XX, Robert Mapplethorpe fue quizás uno de los artistas más polémicos de la Historia. Al principio quería ser músico, pero estudió pintura en el Instituto Pratt de Brooklyn, donde comenzó su carrera como artista con la creación de collages libres, pero es en 1970 cuando transmitió su voz por medio de la fotografía. A pesar de haber estudiado pintura en la escuela de artes, la disciplina fotográfica la aprendió de manera empírica, y rápido desarrolló un estilo que hasta hoy es inconfundible y por completo reconocible sin poseer mayores conocimientos de arte contemporáneo.
Su trabajo tenía una amplia selección de temas, en muchas ocasiones él se convirtió en su modelo, es decir, practicó mucho con la técnica del autorretrato. A pesar de haber sido él mismo con quien se sentía más cómodo, también trabajó con muchas celebridades, y al final de su carrera fueron las flores sus sujetos predilectos. Se reconoce que el trabajo más importante de Mapplethorpe fue sobre la escena underground de BDSM a finales de 1960 y principios de 1970 en la ciudad de Nueva York. Su interés más notorio fueron los desnudos del cuerpo masculino, y elaboró estudios del cuerpo con una rigurosa composición que siguió la tradición de Hoyningen-Huene y Horst P. Horst. También se involucró en películas, exposiciones y proyectos editoriales.
Mapplethorpe murió en la mañana del 9 de marzo de 1989 a la edad de 42 años, debido a complicaciones del VIH / SIDA, en un hospital de Boston, Massachusetts. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas fueron ubicadas luego en el cementerio de San Juan, Queens, en Nueva York, dentro de la tumba de su madre. Es previo al fatal diagnóstico que su estilo tomó un giro diferente de fotografía, y fue ahí cuando empezó a utilizar flores como su sujeto principal.
Retrató flores en un estado impecable mientras crecían. Pero es quizá la imagen titulada como “Flor alcatraz” la más icónica de esta etapa, ya que era diferente, no estaba floreciendo como todas sus otras imágenes, pues ésta en realidad estaba a punto de morir. Acontecimiento que se transformó en una delicada metáfora de su decadencia en términos de salud, y finalmente se convirtió en su símbolo de inmortalidad en su último cuerpo fotográfico. La imagen es hoy parte de la colección del Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York.
Antes de morir, debido a las complicaciones de salud, su pareja Sam Wagstaff le alentó a montar una colección de imágenes propia, y en 1988 creó la Fundación Robert Mapplethorpe, en pro de la investigación del sida y proyectos de fotografía artística; es donde se alberga todo su legado, además se puede apreciar su fenomenal trabajo en el sitio web de la fundación.
Hoy, su trabajo es una referencia sólida de la libertad que se debe tener para abordar el erotismo en el arte y en nuestra sociedad, de una manera arriesgada y estética a la vez.
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Federico Alegría
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