Evadimos como si se tratara del diablo cualquier cosa que transforme el arte en una cosa de Hollywood. —Mathias Rastorfer
¿Qué tan sencillo es vender tu arte si eres una figura pública reconocida que sale en películas taquilleras o llena estadios cuando se presenta?
El mercado del arte y las relaciones públicas que alguien logra hacer son fundamentales para dar a conocer su trabajo, pero a veces, esto puede ser perjudicial. Stanley Martin Lieber, mejor conocido como Stan Lee, deseaba ser un gran escritor. Para él, hacer cómics era sólo una manera de subsistir. Estaba harto de escribir viñetas de humor como “Millie the Model” o western como Kid Colt Outlaw. Quería ser comparado con sus grandes ídolos: Edgar Rice Burroughs, Arthur Connan Doyle y Robert Louis Stevenson. Pero después, con la creación de “Los cuatro fantásticos” se dio cuenta de que su trabajo como artista del cómic podía ser más grande de lo que imaginaba.
Aunque para Stan Lee no fue necesario cumplir su sueño de ser escritor, muchos actores, cantantes y gente famosa preferiría ser reconocida por su talento artístico antes que por su rostro, destreza al actuar o sus escándalos sexuales. Aquí algunos de ellos:
Adrien Brody
Ser el actor más joven en ganar el Oscar en su interpretación por “El Pianista” no le bastó. Adrien Brody, dice que tomar los pinceles y pintar es una terapia para desahogar y proclamar sus principios éticos y estéticos.
Sus padres son artistas y tal vez de ahí nace su afición plástica. Muchos lo han comparado con Andy Warhol y por esta razón su obra es bautizada como “arte apocalíptico” por hacer un llamado de atención hacia el daño del medio ambiente y sus inevitables repercusiones.
Viggo Mortensen
Muchos aún se sorprenden del talento de Viggo Mortensen y la variedad de plataformas en las que lo desarrolla. Es fotógrafo desde los diez años y últimamente pinta, hace collage y poemas. A pesar de ser un gran actor, Mortensen asegura que tomar fotografías y hacer música son sus verdaderas pasiones. Algunas de sus pinturas aparecen en “A Perfect Murder”.
Marilyn Manson
Del mismo que su trabajo actoral y musical, las obras de arte de Marilyn Manson son aterradoramente extrañas. Su producción de acuarelas comenzó en 1997, aunque muchas de ellas son severamente criticadas por considerarlas un arte ingenuo y con una propuesta muy vaga, en otras se ve el avance y evolución de sus pinceladas. Manson hacía las piezas como un pasatiempo personal, hasta que muchos de sus amigos le aconsejaron exhibirlas por ser diferentes.
Shia LaBeouf
Shia LaBeouf es uno de los artistas más criticados y repudiados. Muchos se burlan de sus performances y de cómo se toma las cosas tan en serio cuando todos los demás parecen creer que es una broma. En realidad, después de sus característicos programas de Disney Channel y de protagonizar cintas como “Transformers”, Shia es uno de los representantes más importantes del metamodernismo, cuyo ideal es crear sentido a través del error; con performances ridículos e irónicos que son eso a propósito.
Lady Gaga
Además de su talento como cantante y actriz, Lady Gaga ama el arte más que cualquier otra cosa. Asegura que su inspiración surge de Yoko Ono y Marina Abramović; de hecho, antes de su fama, Lady Gaga tenía por nombre artístico Candy Warhol. Aunque en realidad su arte son colaboraciones con otros reconocidos artistas como Abramović, Gaga es conocida por involucrarse en el ambiente artístico.
En el festival South by Southwest de 2014, Gaga hizo uno de sus performances más famosos: mientras gritaba y tocaba la batería, Millie Brown, una reconocida artista del performance, le vomitó una sustancia verde. Después se subieron a una especie de toro mecánico y mientras cantaba y se convulsionaban en el aparato, Brown seguía vomitándole encima.
Lucy Liu
A pesar de tener una carrera reconocida en el mundo de la actuación, Lucy Liu siempre ha sido artista. Estudió en la New York Studio School y presentaba su trabajo bajo el pseudónimo de Yu Ling desde 1993. Una de sus instalaciones es “Seventy Two” que consiste en 72 pequeños retablos pintados con colores opacos y representan los 72 nombres de dios.
Sylvester Stalonne
La pasión con la que Stalonne realiza sus lienzos es inigualable. Comenzó a pintar a los ocho años y su primer pieza era el retrato de un hombre en la jungla. Con unos 400 trabajos, el Museo de Arte Moderno en Niza, Francia, presentó una retrospectiva de sus obras pintadas entre 1975 y 2015. Sobre la validez de sus obras y la mirada del público que no lo toma en serio, el director comercial de la Galería Gmurzynka, Mathias Rastorfer, admirador de su obra, asegura que “cuando oyes por primera vez de la obra de Stalonne siempre piensas, ah, otro de los actores de Hollywood, pero el punto de que una galería presente el trabajo de Stalonne de manera seria, es darse cuenta de las implicaciones y alcances del arte”.
James Franco
James Franco es uno de los actores más multifacéticos en su vida personal y profesional. Además de ser actor, es profesor de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y la NYU, también es músico, poeta, director, curador y, por supuesto, pintor. Franco aparece en el documental “The Artist is Present” de Marina Abramović pero no es lo único que lo liga con el mundo del arte. Curó la exposición que se hizo sobre Alfred Hitchcock. También realizó un video en el que reinterpreta a Della Robbia y tiene exposiciones individuales en las que muestra su obra.
Decir que eres actor o actriz de Hollywood y también eres artista, es la peor combinación. Muchos ni siquiera ven la obra de arte y creen que la pieza está sobrevalorada por involucrar a una persona famosa. Así, creen en los postulados de George Dickie que aseguran que la comunidad artística es tan cerrada, que sólo si estás en los círculos populares podrás tener éxito.
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