Ji Yong Ho es un escultor surcoreano que utiliza llantas de hule recicladas para crear increíbles piezas que representan a animales o seres humanos mutantes. Sus obras son sumamente imaginativas y detalladas logrando un resultado final, y esto es decir poco, más que impresionante.
En su serie “Mutant Mythos” este artista, nacido en el año de 1978, da origen a estas elaboradas piezas a través de la unión manual de cientos de tiras de hule. En sus esculturas, Ho imita la manera en la cual músculos reales se adhieren al esqueleto de los seres que replica.
Este artista de 29 años estudió escultura en Hongik University en su natal Seúl, posteriormente recibiendo su maestría en Artes Finas en la Universidad de Nueva York en el 2008. Durante los últimos 8 años, ha tenido 5 exhibiciones individuales y 25 compartidas, en galerías de múltiples ciudades alrededor del mundo como Seúl, Hong Kong, Taipei, Londres, Sevilla y Nueva York, donde actualmente reside.
En su estudio de Chelsea, Ji tiene un sinnúmero de esculturas de animales carnívoros, herbívoros y omnívoros, así como artrópodos e híbridos. Sus obras, que tienen una energía casi animada (factor que el artista atribuye a que el hule es muy flexible, como los músculos y la piel), toman forma de lobos, tiburones, humanos, leones, cebras y antílopes entre otros, además de extrañas combinaciones entre especies.
Debido a sus formas híbridas y la combinación de medios que demanda la creación de estas obras, Ho describe a sus piezas simplemente como “mutantes”. Estas esculturas, cuyas dimensiones abarcan todos los tamaños desde un perro de 27 centímetros, hasta un tiburón cabeza de matillo de 3 metros y una cabeza de cabra 10 veces más grande que la suya, evocan para el artista: “identidades precarias tanto del proceso natural de transformación como del estatus mítico de criaturas híbridas, como el centauro o el fénix.”
El concepto de crear mutantes viene de su vida en Seúl, donde existe un ferviente debate político sobre la ingeniería genética. En la escuela, Yong Ho leyó “El Origen de las Especies” de Charles Darwin, libro que enfatiza la necesidad de los seres vivos por adaptarse para lograr sobrevivir. Al leer este texto, Ho se vio estimulado por cómo la teoría de la evolución de Darwin aplicaba a la manipulación del hombre en la naturaleza: “El mismo medio presenta preguntas respecto a los valores de las sociedades modernas, en las cuales la constante producción de neumáticos puede ser visto como un símbolo de consumismo.” Simultáneamente, los animales alterados de Ji tocan temas como el deseo humano por retar a la naturaleza por medio de tecnologías como lo es la ingeniería genética.
Este escultor alguna vez experimentó con materiales como el bronce o el barro, pero las esculturas le parecían demasiado robóticas en apariencia. En un principio, el público percibía estas increíbles esculturas como estéticamente extrañas, pero esto ha cambiado en los últimos años. Un tiburón que esculpió recientemente se vendió por $145,000 dólares en una subasta. Pero a pesar de tener cierto reconocimiento y remuneración económica por su arte, Yong Ho no se ve afectado por esto: “He estado creando arte sin parar desde que tengo 5 años. Nada ha cambiado desde ese entonces. La pasión… siempre ha sido la misma.”