Este trío de artistas extraordinarias fueron bien conocidas como las “tres brujas”; una tríada de mujeres empoderadas, soñadoras e idealistas, cuyos orígenes se encontraban en el extranjero, pero México unió sus corazones.
En 1942, en el apogeo de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española, el presidente Lázaro Cárdenas abrió las fronteras mexicanas para recibir a varios refugiados europeos. Entre ellos se encontraban las artistas Leonora Carrington, Remedios Varo, pintoras, y Kati Horna, fotógrafa. Cada una por su parte, se instaló en la colonia Roma, en la Ciudad de México. Cuando se conocieron se identificaron al instante y comenzaron una gran y poderosa amistad, junto a un grupo de otros artistas expatriados, con los cuales crearon una especie de familia sustituta. Dentro de esta comunidad unida, la amistad de Carrington, Horna y Varo fue particularmente significativa y tuvo un fuerte impacto en el trabajo de cada una de ellas.
Leonora Carrington
Leonora Carrington huyó a México en la década de 1940, cuando su romance con Max Ernst fue interrumpido por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. En la Ciudad de México pudo liberarse de su educación, del estatus de clase alta con el que creció, y del círculo había formado parte en París y Nueva York.
Foto: QuienCarrington frecuentó en París los círculos surrealistas, además entre sus amigos se encontraban Picasso, Miró, Breton y Duchamp, pero tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial huyó a España, donde una crisis nerviosa hizo necesario su ingreso en un centro psiquiátrico, en Santander. Carrington conoció al diplomático mexicano Renato Leduc, que le había presentado Picasso, y aceptó su propuesta de viajar a México. Aquí encontró nuevas amistades, especialmente se identificó con Remedios Varo y Kati Horna, pero también con otros refugiados de la Europa devastada por la guerra y con artistas y escritores mexicanos como Frida Kahlo y Octavio Paz. Carrington murió en el año 2011, en la Ciudad de México.
Remedios Varo
Remedios Varo, nació en 1908 en Cataluña, estudió en la Academia de San Fernando en Madrid, donde conoció a Dalí y al que sería su primer marido, Geraldo Lizárraga, con quien vivió un año en París antes de instalarse en Barcelona. En esta ciudad se hizo amiga de otros surrealistas como Óscar Domínguez, Esteban Francés y Marcel Jean, a quien se les unió poco después el amigo de Breton y poeta francés Benjamin Péret, del cual Varo terminaría enamorándose y al que se unió en París en 1937.
Foto: Más MéxicoTras estallar la guerra con la Alemania nazi y después de pasar algún tiempo en las cárceles francesas del régimen de Vichy, Varo viajó a Marsella donde se reunió con Péret y ambos se trasladaron a México, vía Casablanca, en noviembre de 1941. En México, Varo y Péret se integraron en el círculo de exiliados de Carrington y Horna, con quienes se reunían casi diariamente. Durante sus 22 años en México produjo una gran cantidad de pinturas inspiradas en el espíritu y la libertad de México, en las que destacaba la magia, el humor y la ilusión. Varo murió en la Ciudad de México a la edad de 54 años, en 1963.
Kati Horna
Kati Horna nació en Hungría y se mudó a París para seguir una carrera como fotógrafa. Con su esposo José Horna documentó la Guerra Civil española, antes de mudarse con él a la Ciudad de México en 1939. En México se convirtió en reportera gráfica de varios periódicos y también realizó proyectos fotográficos con tintes surrealistas. Kati Horna falleció en octubre del año 2000 en la Ciudad de México.
Foto: Michael Hoppen
Las tres brujas
Para estas tres mujeres, México ofreció la libertad de explorar su arte de formas que no habían sido posibles en Europa. Carrington y Varo frecuentaron círculos surrealistas en París, pero la ocupación de Francia, por la Alemania nazi, las obligó a emigrar a México. Cada una de las tres mujeres podía temer la persecución de los nazis: Carrington porque era británica y amante del surrealista Max Ernest, a quien el régimen hitleriano consideraba uno de los representantes del “arte degenerado”.
Por su lado, Remedios Varo era republicana y amante del poeta izquierdista francés Benjamin Péret y la húngara Kati Horna porque, además de judía, era la compañera del artista anarquista español José Horna quien había documentado la tragedia republicana durante la contienda civil española.