El pasado 7 de octubre se puso punto final a una búsqueda que se realizó por cientos de años de uno de los frescos más famosos del genio y artista del Renacimiento, Leonardo da Vinci: La batalla de Anghiari. Sin embargo, se determinó que este mural no era obra de Da Vinci.
Descubrimiento de Leonardo da Vinci
Durante mucho tiempo se sospechó que el mural, La batalla de Anghiari, el cual celebra la victoria de la República de Florencia contra los milaneses en el siglo XV y ha sido reinterpretado por muchos pintores de renombre, estaba escondido detrás de una pared en el ayuntamiento de Florencia, el Palazzo Vecchio. Sin embargo, una publicación académica de Francesca Fiorani, historiadora de arte de la Universidad de Virginia, determinó que Da Vinci ni siquiera pintó en ese muro. El texto se encuentra en el libro El Gran Salón del Palazzo Vecchio y la Batalla de Anghiari de Leonardo da Vinci. De la configuración arquitectónica al aparato decorativo, publicado por la editorial florentina Olschki.
Foto: Pedro Pablo Rubens, La batalla de Anguiari, 1603 / Wikimedia Commons
En la conferencia de prensa en las Galerías Uffizi de Florencia, Fiorani explicó que Leonardo sólo se dedicó a hacer dibujos preparatorios para el mural a gran escala, que le fue encargado a principios del siglo XVI,
«Hay registros de materiales suministrados al pintor en relación con el trabajo, y esos materiales no eran materiales para pintar la Batalla sino para preparar la pared [para pintar], sin embargo la preparación de la pared no salió bien y todo se detuvo allí».
Foto: La batalla de AnghiariPara el grupo de autores del libro, los acontecimientos históricos y de construcción del Salone y el Palazzo Vecchio atestiguan que durante la primera mitad del siglo XVI se produjeron varias transformaciones, con demoliciones y reconstrucciones tales que no queda rastro de la obra maestra habría podido sobrevivir. De hecho, el Gran Salón se convirtió durante algunos años en un alojamiento militar con la construcción de conductos de humos cerca de los muros perimetrales. «Con esta nueva investigación, la pregunta se ha desplazado de dónde se llevó a cabo la Batalla de Anghiari a si se llevó a cabo», explicó Fiorani.
Investigaciones de La batalla de Anghiari
Hasta ahora se creía que el fresco, el Santo Grial de la investigación artística, había sido ocultado por el pintor e historiador del arte Giorgio Vasari cuando le encargaron hacer otro. La búsqueda del mural perdido del detective del arte Maurizio Seracini fue filmada por National Geographic en 2008. Seracini, el único personaje de la vida real en el exitoso thriller de Dan Brown El código Da Vinci, trabaja en el Centro de Ciencias Interdisciplinarias para el Arte, la Arquitectura y la Arqueología y ha investigado el caso desde 1975, cuando se sugirió que Vasari escondió el fresco de Leonardo detrás de una pared, en lugar de pintar sobre él. En ese momento, las nuevas tecnologías de imágenes proporcionaron pistas tentadoras, pero no permitieron que los investigadores vieran claramente detrás de la pared actual en la que Vasari pintó su propio fresco.
La búsqueda se detuvo por falta de evidencia en 1977, pero se continuó después de que las imágenes multiespectrales permitieron a Seracini construir un caso más sólido en 2012. El investigador hizo pequeños agujeros a través de otro fresco en el Palazzo Vecchio, y dijo que encontró una pared detrás con rastros de pigmento negro similar al encontrado en la Mona Lisa de Da Vinci.
Foto: Lorenzo Zacchia, La batalla de Anguiari, 1603 / Wikimedia Commons
Sin embargo, las muestras extraídas por Seracini se perdieron, pero la investigación de seguimiento sugiere que deben haber sido «materiales extremadamente comunes que se pueden encontrar en cualquier pared antigua». La teoría de Seracini sobre la Batalla de Anghiari era que fue amurallada en 1563 cuando Florencia fue gobernada por la familia Medici, aliados de los milaneses.
Historia de La batalla de Anghiari
Los Medici encargaron a Giorgio Vasari, un pintor y arquitecto, que renovara el salón principal del Palazzo Vecchio y pintara nuevos murales celebrando sus hazañas. Seracini y otros sugirieron que Vasari decidió no borrar la obra de Da Vinci, un artista al que seguramente admiraba, dejándola intacta detrás de una nueva pared en la que pintó sus propias escenas de batalla.
El fresco de Vasari, la Batalla de Marciano, incluye una pancarta con la inscripción “Cerca trova” (Busca y encontrarás). Esto fue visto como una posible pista del Da Vinci perdido. Esta inscripción ganó notoriedad después de aparecer de manera prominente en la novela Infierno del autor Dan Brown, que fue un éxito total en ventas.
Foto: Giorgio Varsari, Batalla de Marciano, 1554 // Wikimedia CommonsPero Marcello Simonetta, historiador del Renacimiento del Instituto de Estudios Avanzados de París aprovechó la conferencia de Florencia para aclarar que esto no tiene nada que ver con Leonardo y el mural en realidad debe interpretarse como una burla de los rivales florentinos que fueron derrotados por los Medici en la batalla descrita por Vasari.
En portada: Collage de Leonardo da Vinci y Pedro Pablo Rubens, La batalla de Anguiari, 1603