Cuando se habla de lo bello, normalmente se evoca aquello que es simétrico, armónico,
y, sobre todo, agradable. Pero qué pasa con lo deforme, lo mutante, aquello cuyas características remiten instantáneamente a algo fallido, fracasa en su intento por ocupar un espacio en el mundo.
Francesca dalla Benetta desafía la idea de la estética convencional y con su trabajo busca evocar el placer en las formas desagradables. Su obra se conforma de inquietantes mutaciones anatómicas, cuyas texturas y formas resultan familiares y sin embargo son imposibles.
Francesca creció rodeada de la perfección renacentista en ciudades como Florencia y Milán, lo cual probablemente explica su dominio sobre la técnica. Al terminar la carrera comenzó como make up artist, y fue invitada a colaborar en la película Apocalypto, de Mel Gibson, gracias a este proyecto vino a México y decidió quedarse. Volcó su trabajo a la escultura y otros medios, por lo que en menos los ocho años se ha consolidado como una artista reconocida mundialmente.
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Curiosidad, perturbación, fascinación e incluso asco, cualquier reacción es posible al contemplar su obra, y las interpretaciones quedan a juicio de cada quién. Para Francesca, el arte es para sentir, no es importante si se entiende su origen o no, siempre y cuando genere cuestionamiento.
Francesca dalla Benetta formará parte de la primera exposición temporal, convocada por Aguafuerte galería para celebrar diez años de presencia en México. La muestra abre el sábado 7 de noviembre a las 10:00 horas y estará por dos semanas, seguida de otra exhibición temporal así como varias actividades y venta de arte.