El Guardián entre el centeno (The Catcher in the eye) es una de las novelas favoritas de los amantes de la literatura, pero también una de las más polémicas desde su lanzamiento en 1951, cuando el escritor estadounidense J. D. Salinger se enfrentó a las críticas conservadoras que atacaron su libro.
¿De qué trata El guardián entre el centeno?
Narra la historia de Holden Caulfield, un joven neoyorquino de 16 años que es expulsado de su colegio en Pensilvania, por lo que huye de su casa y hace un viaje en el que recuerda a las personas especiales en su vida, además de enfrentarse a situaciones como el despertar sexual, el acoso y las enfermedades mentales.
El título del libro hace referencia a un poema que el narrador describe en la historia, en el que cuenta que los guardianes en el centeno, eran hombres que cuidaban a niños que jugaban en los campos, para evitar que se cayeran al precipicio y murieran.
La novela fue censurada por varios años en las escuelas secundarias de Estados Unidos, esto debido a que era considerada como explícita para los jóvenes, así como una posible mala influencia que los haría querer rebelarse de la misma manera que el narrador de la historia lo hizo.
Posteriormente y con el paso de los años, la novela ha sido catalogada como una de las mejores del siglo XX, debido a su capacidad de plasmar la adolescencia de una manera en la que jóvenes de aquella época y de las décadas posteriores, se sienten identificados con Caulfield, quien narra en el libro, cómo pasa por esos problemáticos años.
El guardián entre el centeno, un libro “maldito”
Debido a que el personaje principal de esta obra es un joven rebelde, muchas personas a lo largo de la historia se han identificado con él, aunque lamentablemente dentro de la gente que quedó cautivada con esta historia, también se encuentran algunos asesinos que dijeron inspirarse en Caulfield para cometer sus horribles crímenes.
Cabe destacar que el protagonista no es un delincuente, y mucho menos un asesino, por lo que esta justificación ha resultado extraña cuando algún criminal confiesa en que se basó para cometer sus delitos.
Tal vez el más famoso es Mark David Chapman, el asesino de John Lennon, que acabó con la vida del músico británico en 1980, cuando llegó a su apartamento para pedirle un autógrafo y le disparó.
De acuerdo con las declaraciones de Chapman, se inspiró en la novela de Salinger para asesinar a Lennon, ya que lo veía como uno de esos niños a los que debía de cuidar y solo asesinándolo lo salvaría de las perversiones del mundo.
Chapman leyó El guardián entre el centeno hasta que llegó la policía para capturarlo; en el libro había escrito “mi confesión” y lo firmó como Holden Caulfield.
Otra de las teorías, es que la CIA fue quien mandó asesinar al integrante de The Beatles, y utilizó ese argumento para que Chapman convenciera a la policía.
Robert John Bardo y John Hinkley, asesinos de la actriz Rebecca Schaeffer llevaban una copia de esta novela cuando cometieron el crimen.
En otro hecho aislado, Hinkley, también trató de asesinar a Ronald Reagan llevando el libro con él, por lo que comenzó a difundirse la leyenda de que era una obra que controlaba la mente y obligaba a las personas a cometer este tipo de actos.