Desde el momento en que dejó de ser un medio evangelizador, el arte tuvo la oportunidad de abordar temas más enfocados al sentir humano, en donde la influencia de Dios pasaba a un segundo plano. A partir del renacimiento, el las expresiones sacras dejaron de ser el único modo de alcanzar lo divino, los artistas tuvieron la oportunidad de aludir a sus sentimientos y explotarlos con tal de lograr un producto artístico más sincero, tanto con el mundo como consigo mismos.
A partir de entonces, el sentimiento más retratado en el arte de aquella época fue el amor ¿Y cómo no iba a serlo si a todo mundo en algún momento de su vida le llega la hora de amar y sentirse amado? Sin importar cuan común sea este sentimiento, al ser uno de lo que más impacto nos causa, los autores no sólo lo aprovecharon como recurso para sus obras, sino que lo trataron con tanto respeto hasta elevarlo a un punto en el que sólo la divinidad había estado.
Sin lugar a dudas, uno de los artistas que más aportó al tratamiento del amor en el arte fe William Shakespeare; además de obras como “Romeo y Julieta”, este autor escribió otros títulos como “Sueño de una Noche de Verano” en donde la importancia del amor es tanta que sin él dicho texto no tendría sentido. Las siguientes frases son apenas una muestra de la genialidad de este hombre al momento de referirse al amor y tratar de devolvernos la fe en ese sentimiento que muchas veces sentimos perdido.
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“El amor no mira con los ojos, sino con la mente y por ello, al alado Cupido lo pintan ciego”.
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“¡Ay de mí! Porque nunca he podido leer en cuentos o en historias, que se haya deslizado exenta de borrascas la corriente del amor verdadero; sino que unas veces motivó el obstáculo la diferencia de linaje…”
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“El amor de los jóvenes miente; no se encuentra en su corazón, sino en sus ojos”.
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“¡Oh amor poderoso! Que a veces haces de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia”.
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“Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras”.
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“Oír con los ojos es una de las agudezas del amor”.
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“El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia”.
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“Se puede hacer mucho con el odio, pero aún más con el corazón”.
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“Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado”.
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“Ahora se unen las manos, y con las manos sus corazones”.
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“El amor es demasiado joven para apreciar lo que es conciencia y, sin embargo, todos saben que la conciencia es engendro del amor”.
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La capacidad que tienen los artistas para capturar los sentimientos de la gente es única, más allá del amor; cada elemento que conforma la sensibilidad humana es único y merece ser retratado en el arte con la importancia que merece.
