El trabajo como novelista o periodista de Mario Benedetti lo catalogaron como uno de los nombres más importantes de la Generación del 45 -a la cual también pertenecían Emir Rodríguez Monegal, Amanda Berenguer e Ida Vitale–, peros los poemas de Mario Benedetti ofrecen una profunda visión de la mente, las dichas y pesadillas que la acompañaban a lo largo de su vida.
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Aunque Benedetti es recordado como un poeta romántico, su trabajo abarcaba desde observaciones existenciales sobre el mundo hasta opiniones claras políticas en tiempos difíciles, que tuvieron como consecuencia el exilio de su país durante la dictadura uruguaya. Fue un ávido traductor de Franz Kafka y sus otras influencias europeas lo desarrollaron con un maestro de la palabra, quién con sólo unos cuántos caracteres puede despertar múltiples sentimientos en el alma.
Como muestra de lo anterior, listamos 20 poemas de Mario Benedetti.
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“El amor es un centro”
Una esperanza un huerto un páramo
una migaja entre dos hambres
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo / cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza
el amor es una palabra
un pedacito de utopía
es todo eso y mucho menos
y mucho más / es una isla
una borrasca / un lago quieto
sintetizando yo diría
que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasmita.
“Memorándum”
Uno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía
Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía
Nueve vaya a saber quién es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte
Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.
“Lovers, go home!”
Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada,
y me encontraste bien
y te encontré más linda.
Ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde estoy.
Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.
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“Las primeras miradas”
Nadie sabe en qué noche de octubre solitario,
de fatigados duendes que ya no ocurren,
puede inmolarse la perdida infancia
junto a recuerdos que se están haciendo.
Qué sorpresa sufrirse una vez desolado,
escuchar cómo tiembla el coraje en las sienes,
en el pecho, en los muslos impacientes
sentir cómo los labios se desprenden
de verbos maravillosos y descuidados,
de cifras defendidas en el aire muerto,
y cómo otras palabras, nuevas, endurecidas
y desde ya cansadas se conjuran
para impedirnos el único fantasma de veras.
Cómo encontrar un sitio con los primeros ojos,
un sitio donde asir la larga soledad
con los primeros ojos, sin gastar
las primeras miradas,
y si quedan maltrechas de significados,
de cáscara de ideales, de purezas inmundas,
cómo encontrar un río con los primeros pasos,
un río -para lavarlos- que las lleve.
“Pausa”
De vez en cuando hay que hacer
una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.
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“Amor de Tarde”
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha cómo ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme “¿Qué tal?” y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
“Síndrome”
Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.
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“Tu espejo es un sagaz”
Tu espejo es un sagaz
te sabe poro a poro
te desarruga el ceño
te bienquiere
te pule las mejillas
te despeina los años
o te mira a los ojos
te bienquiere
te depura los gestos
te pone la sonrisa
te transmite confianza
te bienquiere
hasta que sin aviso
sin pensarlo dos veces
se descuelga del clavo
te destroza.
“Maravilla”
Vamos mengana a usar la maravilla
esa vislumbre que no tiene dueño
afila tu delirio / arma tu sueño
en tanto yo te espero en la otra orilla
si somos lo mejor de los peores
gastemos nuestro poco albedrío
recupera tu cuerpo / hacelo mío
que yo lo aceptaré de mil amores
y ya que estamos todos en capilla
y dondequiera el mundo se equivoca
aprendamos la vida boca a boca
y usemos de una vez la maravilla.
“Página en blanco”
Bajé al mercado
y traje
tomates diarios aguaceros
endivias y envidias
gambas grupas y amenes
harina monosílabos jerez
instantáneas estornudos arroz
alcachofas y gritos
rarísimos silencios
página en blanco
aquí te dejo todo
haz lo que quieras
espabílate
o por lo menos organízate
yo me echaré una siesta
ojalá me despiertes
con algo original
y sugestivo
para que yo lo firme.
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“Botella al mar”
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
“Pequeñas muertes”
Los sueños son pequeñas muertes
tramoyas anticipos simulacros de muerte
el despertar en cambio nos parece
una resurrección y por las dudas
olvidamos cuanto antes lo soñado
a pesar de sus fuegos sus cavernas
sus orgasmos sus glorias sus espantos
los sueños son pequeñas muertes
por eso cuando llega el despertar
y de inmediato el sueño se hace olvido
tal vez quiera decir que lo que ansiamos
es olvidar la muerte
apenas eso.
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“Talantes”
Un hombre
alegre
es uno más
en el coro
de hombres
alegres
un hombre
triste
no se parece
a ningún otro
hombre
triste.
“Once”
Ningún padre de la iglesia
ha sabido explicar
por qué no existe
un mandamiento once
que ordene a la mujer
no codiciar al hombre
de su prójima.
“Pero vengo”
Más de una vez me siento expulsado y con ganas
de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece que ya no pertenezco
a ningún sitio, a nadie.
¿Será el indicio de que nunca más
podré no ser un exiliado?
¿Qué aquí o allá o en cualquier parte
siempre habrá alguien que vigile y piense,
éste a qué viene?
Y vengo sin embargo tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiva comisión de amor
en verdad a qué vengo
no lo sé con certeza
pero vengo.
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“Cero”
Mi saldo disminuye cada día
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire
muevo mis dedos como si pudieran
atrapar o atraparme
pero mi saldo disminuye
muevo mis ojos como si pudieran
entender o entenderme
pero mi saldo disminuye
muevo mis pies cual si pudieran
acarrear o acarrearme
pero mi saldo disminuye
mi saldo disminuye cada día
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire
y todo porque ese
compinche de la muerte
el cero
está esperando.
“Trueque”
Me das tu cuerpo patria y yo te doy mi río
tú noches de tu aroma / yo mis viejos acechos
tú sangre de tus labios / yo manos de alfarero
tú el césped de tu vértice / yo mi pobre ciprés
me das tu corazón ese verdugo
y yo te doy mi calma esa mentira
tú el vuelo de tus ojos / yo mi raíz al sol
tú la piel de tu tacto / yo mi tacto en tu piel
me das tu amanecida y yo te doy mi ángelus
tú me abres tus enigmas / yo te encierro en mi azar
me expulsas de tu olvido / yo nunca te he olvidado
te vas te vas te vienes / me voy me voy te espero.
“Heterónimos”
Mesianismo leninismo
fetichismo leninismo
exitismo leninismo
moralismo leninismo
heroísmo leninismo
y machismo leninismo
continuismo leninismo
cristianismo leninismo
reumatismo leninismo
optimismo leninismo
exorcismo leninismo
y marxismo leninismo
mal que bien
no son lo mismo.
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“Esa batalla”
¿Cómo compaginar
la aniquiladora
idea de la muerte
con ese incontenible
afán de vida?
¿cómo acoplar el horror
ante la nada que vendrá
con la invasora alegría
del amor provisional
y verdadero?
¿cómo desactivar la lápida con el sembradío?
¿la guadaña
con el clavel?
¿será que el hombre es eso?
¿esa batalla?
“Calma chicha”
Esperando que el viento
doble tus ramas
que el nivel de las aguas
llegue a tu arena
esperando que el cielo
forme tu barro
y que a tus pies la tierra
se mueve sola
pueblo
estás quieto
cómo
no sabes
cómo no sabes
todavía
que eres el viento
la marca
que eres la lluvia
el terremoto.
Benedetti murió en 2009, pero su legado dentro de la poesía latinoamericana seguirá vivo. Sus palabras le dieron confort a las personas o los hicieron mirar una realidad que se habían negado a observar.
Leer al poeta es dejar que te abra los ojos hasta que tu corazón se desgarre y tu mente cambie para siempre. Si quieres leer más de él, disfruta de estas 30 frases de Mario Benedetti, que te harán adorar más al autor.
Fotografías de: Maria Svarbova, serie WALL-S.
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