A veces el desamor se siente como un duelo de soledades y desencanto. A continuación, te presentamos algunos poemas tristes de Julissa González.
POEMAS ENCAMINADOS
I. Negación
Nosotros sentimos el vacío
Sentimos la cabeza alejada del cuerpo
Vagamos en islas alucinadoras
Fuimos lucha entre la vida y la muerte
Agonía en nuestros labios
Agotamiento que nos consumía una y otra vez
Nosotros no soñamos ni miramos el mar
Ni nos convertimos en enfermedad incurable
No nos importaron las ilusiones ni los límites de la vida
Creímos en la deconstrucción de nuestra propia catástrofe
En el equilibrio fugaz: el drama
Agonía, creímos en la verdadera vida
Cada uno obtuvo su victoria
Que yo escribo y continúo viviendo
No me agoto sin dormir
Es mi deseo perder la conciencia
Y preferir la obsesión de lo que fuimos
II. Ira
¿Incomprendido?
¿Bestia?
Hombre atormentado
Te aconsejo rendirte al hundimiento
Deja tu privilegio mediocre
Que te trajo a este mundo
Deja entrar al fuego devastador
Deja que te lleve a la alucinación
De los últimos instantes
Deja que te queme las piernas
Que te inunde la espalda
Siente los últimos instantes de tu vida
Y luego implora
Acostúmbrate a las altas temperaturas
Sal de tu mediocridad
Emocional
III. Negociación
La vida por sí sola tiene su herida
Tengo la medida de soledad
Recorro la ciudad por la noche
Y es señal de mi espíritu:
La percepción de los sonidos del silencio
Que me conducen
Siempre a tu respiración
Que no la puedo atrapar
Y que es mi muerte en esta vida
Y si ya nada me interesa
Solo tu respirar
Hombre, tienes dos espíritus
Y yo carezco de vida
No de soledad
Ni de fecundidad.
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Algunos grandes poetas mexicanos han escrito sobre la muerte. Si te interesa conocer sus obras, te recomendamos leer a Jaime Sabines y al joven escritor Gerardo Arana.