“Maman” o “Mamá” en español es el nombre de la araña gigante que debido a su inmenso tamaño parece proteger la entrada de diferentes museos alrededor del mundo, como el Guggenheim de Bilbao en España o la National Gallery of Ottawa en Canadá, y hace unos años fue la pesadilla de todos los aracnofóbicos que se paseaban por el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
“Maman” es una obra de la artista de origen francés Louise Bourgeois, quien a lo largo de su carrera hizo una gran cantidad de dibujos, pinturas, esculturas e instalaciones. La obra rinde homenaje a Justine, su madre, la cual era tejedora y a quien admiraba por su capacidad de solucionar problemas, pues la araña enmienda las telarañas que se rompen. Debido a sus impresionantes dimensiones, la pieza resulta espléndida pero amenazante.
“Art is a guarantee of sanity” es una de sus frases más recordadas. La infancia difícil que experimentó fue la que la llevó a crear durante toda su vida, como la infidelidad de su padre con la nana que la cuidaba la marcó desde pequeña; fue a partir de este evento traumático que se inspiró para crear muchas de sus obras. La serie “Personajes” se trató de un conjunto de figuras alargadas que representaban a todos los miembros de su familia y amigos que dejó en Francia, en la que incluyó a Sadie, su nana. En alguna ocasión, Bourgeois mencionó: “le hago a la pieza lo que me gustaría hacerle a ella, controlo mis sentimientos gracias a la escultura”. A través de sus obras, la artista intenta reconciliarse con su pasado con la intención de obtener esa “cordura” tan anhelada.
A lo largo de siete décadas, se interesó por temas como la fertilidad, la reproducción, la gestación y la psicología de la mujer embarazada. En la historia del arte ya habían existido diversos artistas que abordaron la maternidad; sin embargo, ninguno como la artista francesa, quien hizo de este tema el más frecuente de su vasta producción.
En un principio, Bourgeois se pensaba infértil y decidió adoptar a su primer hijo Michael; después descubrió lo contrario al embarazarse de dos hijos más. A partir de este acontecimiento, la artista comenzó a desarrollar un profundo miedo a caerse por el peso. “Girl falling” es un dibujo que muestra la figura de una joven mujer que parece cargar más peso del que puede sostener. Decía que el miedo comenzó cuando estuvo embarazada y continuó cuando el bebé ya había nacido; ese miedo a perderlo, a sobreprotegerlo o a no proveerlo con lo que necesitaba.
Desde la perspectiva de Bourgeois, una mujer se convierte en un sujeto dividido desde el momento en que se vuelve madre. En trabajos como “The arrival” y “Untitled (Woman giving birth)”, la cabeza del hijo que se asoma del cuerpo es tan grande como la de su madre, por lo que se infiere que el tamaño es proporcional a la responsabilidad tan enorme que representa la maternidad.
Los últimos años de su vida fueron los más productivos, hizo una gran variedad de acuarelas en colores rojo y azul, en las cuales exploraba la relación entre madre e hijo. En una entrevista le preguntaron con quién se identificaba más, si con la figura de la madre o de la hija, a lo cual respondió: la hija. Sin duda, toda su producción fue una forma de reflexionar sobre sí misma. La hija, la madre, la esposa; son los roles que una mujer puede ocupar a lo largo de su vida pero no necesariamente lo que la definen o la encasillan.
De su trabajo se piensa que es difícil colocarlo en una sola corriente artística; debido a su vasto análisis de la vida privada, social y orgánica de la mujer, y la convierte en una de las artistas más representativas del feminismo en el siglo XX.
**
La maternidad siempre ha sido un tema que pintan como color de rosa, pero no siempre es así; por ello, descubre las historias de las mujeres que experimentaron culpa, felicidad y ansiedad al convertirse en madres.