El uso de la luz es un recurso vital en la creación de casi todas las formas artísticas, pues la manipulación de ésta sobre un lienzo, o bien, la consideración de la variación lumínica durante el día en la arquitectura pueden marcar la diferencia entre las grandes obras artísticas.
Un gran ejemplo, en la pintura, de esto es el uso del claroscuro, la técnica que utiliza la gradación de tonos en la pintura para lograr dos efectos: que la fuente de luz de la escena mostrada esté fuera de cuadro, pero por sobre todo el de tridimensionalidad. Estas técnicas se han trasladado a nuevas formas de arte como la fotografía y el cine, en las que la tecnología y la ciencia se convierten vitales para la experimentación artística.
En un contexto similar se inscribe la obra de James Turrell, artista estadounidense que ha destacado por su trabajo con la luz en grandes instalaciones que pretenden jugar con los sentidos de los espectadores y convertirse en una experiencia estética redonda.
James Turrell frente al Roden Crater, en el desierto de Arizona. / Fotógrafo: Florian Holzherr.
Pasajes de luz es la nueva exposición en el Museo Jumex que recopila algunas de las obras más destacadas del estadounidense. A través de sus salas presentan el planteamiento de Turrell, así como su trabajo con la luz, misma que convierte a los espacios y en ocasiones hasta se convierte en una escultura por sí misma.
James Turrell se configura como un artista multifacético, que, desde la perspectiva académica se ha dedicado al estudio de carreras que algunos podrían considerar dispares, pero que de cierta forma le dan sentido a su creación estética y el planteamiento artístico que realiza. Entre sus estudios están la psicología perceptiva, las matemáticas, la geología y la astronomía, mismos que uno a uno son visibles en su obra.
Por poner un ejemplo, la geología tiene un centro importante en Roden Crater, su proyecto artístico más ambicioso que pretende convertir al volcán en una obra de arte por sí misma y que incluso juega con la temporalidad del arte, pues está ideada para que en el lapso de 2 mil años, este volcán/obra de arte funcione como un telescopio gigante para poder observar la parada mayor de la Luna. De cierta forma, esa obra en específico juega con la idea de las pirámides y otras estructuras de civilizaciones antiguas, que además de convertirse en centros religiosos o esenciales para el desarrollo de dichas culturas, también tenían propósitos astronómicos, como en el caso de los mayas.
Amesha Spentas de la serie Ganzfeld, 2019. / Foto: Museo Jumex 2019. © James Turrell Fotógrafo: Florian Holzherr.
Además de la incursión académica y tecnológica —en cuanto la ciencia necesaria tanto para la perspectiva de la luz y sus tonos en cada espacio, como en ciertos fenómenos como el efecto Ganzfeld—, en la obra de Turrell también se pueden encontrar ciertos tintes de espiritualidad, así como alegorías que conectan la presencia de la luz hacia una suerte de divinidad, o bien que la luz induce a la meditación y la reflexión. No obstante, estos puentes alegóricos se presentan tan sólo a partir de los espectadores y no necesariamente porque la obra en sí lo plantee.
Ganzfeld
Se trata de una de las series más reconocidas de Turrell, de la cual se mostrará Amesha Spentas en el primer piso del museo y cuya base es el efecto que nombra a la serie. Este efecto también es conocido como la privación perceptiva o sensorial. En esta instalación, el espectador se enfrenta a un campo repleto de color, mismo que provoca que el cerebro no pueda enfocar y por lo tanto intente reemplazar lo que “se ve”, de esta forma, con luces estroboscópicas, Turrell —y los investigadores previos a él como el psicólogo Wolfgang Metzger en la década de los 30— consigue una suerte de alucinación, en el que se observan distintos tipos de figuras geométricas principalmente, aunque también pueden ocurrir otras sensaciones imaginarias.
Amesha Spentas de la serie Ganzfeld, 2019. / Foto: Museo Jumex 2019. © James Turrell Fotógrafo: Florian Holzherr.
Del mismo modo, la pieza también involucra un tipo de ritual, como Kit Hammonds (curador de la muestra) lo describe, pues para poder entrar a la instalación no sólo es necesario cubrir los pies con unas fundas especiales que preservan el suelo prístino, sino que se debe subir por una pirámide que de acuerdo con Jonathan Z. Smith replica la experiencia de la entrada a un templo, en el que todo lo que se encuentra en su interior es importante y tiene un significado en particular.
Apani de la serie Ganzfeld, 2011. / Foto: © James Turrell Fotógrafo: Florian Holzherr
Wedgwork (Spenta Mainyu)
Este sentido envolvente, en el que la mente y los ojos se tienen que adaptar a su alrededor también se replica en otra de las instalaciones del segundo piso del Museo Jumex. Wedgwork (Spenta Mainyu) se constituye como un espacio completamente sellado, en el que el espectador debe cruzar un túnel totalmente oscuro hasta alcanzar una sala con una luz tenue en el que se recomienda sentarse alrededor de 15 minutos y esperar a que los ojos se adapten para poder percibir adecuadamente el efecto que Turrell deseaba.
Wedgework V, 1974. / Foto: © James Turrell Fotógrafo: Florian Holzherr
First Light
Se trata de una parte de la obra menos conocida de Turrell, misma que se compone de diversos grabados que muestran las formas de luz que se concretan en las instalaciones de Projection Pieces. A través de cada grabado es posible ver el trabajo de Turrell a la hora de analizar y medir el efecto lumínico al proyectar la luz en la oscuridad, acercándose a un estudio (o boceto) previo a la instalación lumínica. Esta serie de grabados culminan en Squat Blue que presenta la construcción de la luz como escultura, así como de la unión entre la ciencia y el efecto estético.
Squat Blue de la serie Projection Piece, 1968 Museo Jumex, 2019. / Foto: La Colección Jumex, México. © James Turrell Fotografía: Florian Holzherr
Double Shallow Space (Atman) y Curved Elliptical Glass (Gathas)
Son otras de las instalaciones de luz en la exposición, mismas que se encuentran programadas para ir cambiando de color, provocando entonces una experiencia distinta en el espectador, pues no sólo afecta a su visión dentro del espacio, sino fuera de éste. Ante el cambio constante de colores, el ojo no logra adaptarse. En piezas de este tipo, es donde se explicita uno de los conceptos más importantes en la obra de Turrell que involucran al espectador; en las que «Te ves a ti mismo viendo». En las palabras de Turrell:
«Turrell ha expresado: “mi trabajo no tiene objeto, ni imagen ni foco. Sin objeto, sin imagen y sin foco, ¿qué estás viendo? Te ves a ti mismo viendo. Lo importante para mí es crear una experiencia de pensamiento sin palabras”. Para Turrell, la percepción misma es el objeto de la obra». Kit Hammonds.
Gathas de la serie Curved Elliptical Glass, 2019. / Foto: Museo Jumex, 2019. © James Turrell Fotógrafo: Florian Holzherr
La prohibición de la foto… en la era de las selfies
Otro aspecto relevante en Pasajes de Luz es una regla importante que se suma a las ya conocidas en los museos como “no tocar las obras de arte”: la prohibición de fotografías y video.
Esta regla sin duda viene a romper con la tendencia reciente en museos en el mundo, en el que la experimentación del arte ha mutado y muchas veces ésta ocurre a través del lente de una cámara fotográfica o de un celular, así como de la persona posando frente a las obras.
La prohibición de la fotografía y el video en Pasajes de luz proviene de una simple petición del artista, quien cree, de acuerdo con las palabras del curador Kit Hammonds, que la fotografía es insuficiente para capturar la experiencia de la luz.
Apani de la serie Ganzfeld, 2011. / Foto: © James Turrell Fotógrafo: Florian Holzherr.
Por otro lado, es relativamente sencillo dilucidar el origen de esta regla, ante la ausencia de la distracción de una foto para el Instagram, los espectadores serán capaces de centrar su atención en los efectos lumínicos presentes, al tiempo que se evita que la luz proveniente de las pantallas celulares irrumpa con el efecto estético que Turrell pretende en cada una de sus salas.
De esta forma, Pasajes de luz resulta ser una de las exposiciones más interesantes que el final del 2019 (y principios del 2020) brinda, además, de cierto grado de diferenciación proveniente de las restricciones del artista como las fotografías o la aglomeración de gente en cada instalación, pues Turrell sólo permite que a las instalaciones entren sólo 4 personas a la vez para no afectar la experiencia.
Rondo (Blue) de la serie Shallow Space Constructions, 1969. / Foto: © James Turrell Fotógrafo: Florian Holzherr.
Visita Pasajes de luz del 22 de noviembre de 2019 al 29 de marzo de 2020 en el Museo Jumex, en los horarios de martes a domingo de 10 a 7 pm.
Recuerda que para entrar a Ganzfeld es necesario hacer reservación previa a través de este vínculo.
Fotos cortesía del Museo Jumex.
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