*Este artículo fue publicado originalmente por Beatriz Esquivel el 8 de abril del 2019 y fue editado por Cultura Colectiva
Diego Rivera pintó a María Félix por un capricho amoroso, incluso lo hizo en repetidas ocasiones; sin embargo, ella despreció una obra conocida como Retrato de María Félix, de la misma forma que las distintas propuestas de matrimonio que el pintor le hizo, incluso después de que la propia Frida Kahlo le escribiera a la actriz que se casara con Rivera.
Los motivos detrás del rechazo de María Félix al retrato de Rivera eran bastante simples: el cuadro mostraba más piel desnuda de la que hacía sentir cómoda a la actriz, por lo que prohibió que éste se expusiera en Bellas Artes. Esta acción provocó la ira del pintor, quien a pesar de su enamoramiento, pasó hasta un año sin hablarle, de acuerdo con el testimonio de la “Doña” en una entrevista concedida a Jacobo Zabludovsky. Del mismo modo, ella habría de pedirle a un albañil que cubriera con blanco el área del busto de la pintura, tapando de tal forma el desnudo que tanto despreciaba.
A partir de entonces, la pintura abandonaría la colección de María Félix y pasaría por una serie de dueños que resultó en su desaparición. El doctor José Álvarez Amézquita sería el primer comprador de la obra, seguido por Juan Gabriel, el mítico cantante y compositor mexicano que también profesó su admiración por María Félix y quien aparentemente, pagó 15 millones de pesos.
La pintura permanecería en su posesión, sin que este hecho llamara la atención; sin embargo, tras su muerte en 2016 se develó que la pintura estaba desaparecida. Esto provocó que la familia heredera de Juan Gabriel comenzara la búsqueda de la obra que podría valer cientos de miles de pesos.
Foto: Eltoper
Una de las versiones que más peso tienen es que Juan Gabriel la vendió (o regaló) al exgobernador de Chihuahua César Duarte Jáquez, mismo que actualmente es prófugo de la justicia y es buscado por el desvío de cerca de mil 200 millones de pesos. Sin embargo, no existe ninguna prueba de este movimiento. Al ser considerados monumentos artísticos por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), toda compra-venta, donación o regalo de obras de esta naturaleza deben declararse forzosamente ante el INBA.
De ser cierto, el traspaso de propiedad levanta distintas polémicas, en particular cuando el receptor del regalo era un funcionario público que ahora conocemos por su malversación de fondos. Sin embargo, en el testamento de Juan Gabriel figura la obra, por lo cual la investigación aún debe determinar si se trató de un fallo a la hora de actualizarlo, o si bien son ciertas las teorías con respecto a que el cuadro está oculto en un departamento en Nueva York que habría sido propiedad del Divo de Juárez.
Foto: EltoperComo en el caso de las obras de arte robadas, será cuestión de suerte, tiempo y mucha espera, saber cómo se resuelve esta desaparición, si es que el cuadro efectivamente ha salido del país o peor aún, ha sido destruido.
Juan Gabriel posando con el retrato. / Foto: El Pueblo.
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