Picasso, Basquiat e innumerables pintores que han alcanzado la fama y la trascendencia artística solían realizar nuevas pinturas sobre lienzos usados, ya fuera para economizar o porque la pintura anterior no los convencía, incluso, como en el caso del pintor americano, por un simple despecho tras una decepción amorosa.
Tales pinturas para muchos serían completamente un misterio y nadie podría verlas excepto porque la tecnología actual ha avanzado de tal manera que ahora somos capaces de descifrar cada trazo sobre el lienzo y recuperar todas esas obras.
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Pablo Picasso, The Old Guitarist, 1903-1904. / Foto: Wikimedia Commons.
En ocasiones encontrar los trazos previos ha sido una cuestión visible a simple vista, como es el caso de The Old Guitarist de Pablo Picasso, pintada entre 1903 y 1904, durante su periodo azul en el que tal color sirvió para expresar cierto grado de tristeza, desolación y en general dolor a un nivel emocional. En esta obra, ha sido posible ver el rostro de una mujer muy difuminado, como resabio de lo que alguna vez estuvo en el lienzo.
Para descubrir el origen de esa cara que algunos han descrito como fantasmagórica, el Instituto de Arte de Chicago tomaron una fotografía con rayos x, así como una luz infrarroja. Esta fotografía mostró que debajo de The Old Guitarist, yace el retrato de una mujer sentada que extiende su brazo izquierdo.
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Si se mira con atención justo a la altura de la oreja del hombre es posible ver el rostro de la mujer de la pintura previa. Detalle de The Old Guitarist, 1903-1094. / Foto: Wikimedia Commons.
Este tipo de fotografías tan sólo ofrecen una versión en blanco y negro que difícilmente recupera el estilo de la obra y los colores utilizados, aunque sí se puede inferir la cantidad de pintura utilizada en cada trazo.
Sin embargo, en el University College London, dos investigadores, Anthony Bourached y George Cann sometieron la obra a una nueva técnica de recuperación que utiliza una red neuronal —o en términos generales una inteligencia artificial— para recobrar aquello que las fotografías con rayos x e infrarrojo no pueden.
Cómo funciona la inteligencia artificial
Esta red neuronal fue desarrollada en el 2015 en la Universidad de Tubingen en Alemania y ya ha sido utilizada para analizar y recuperar pinturas “perdidas”, al tiempo que esta tecnología también ha sido utilizada para producir nuevas obras con base en el estilo de uno u otro artista.
Ejemplo del proceso: Pintura original; Radiografía de The Old Guitarist; Imagen resultante; Imagen de referencia para el estilo (Picasso, La vie), y la imagen con el estilo, llamada La femme perdue. / Foto: Raiders of the Lost ArtEsta inteligencia artificial realiza su análisis a través de distintas escalas, estudiando capa por capa, en MIT Technology Review lo explican:
«Las redes neuronales consisten en capas de analizan una imagen a diferentes escalas. La primera capa podría reconocer características generales como bordes; la siguiente capa ve cómo estos bordes forman figuras simples como círculos; la siguiente capa reconoce patrones de figuras como dos círculos cercanos, y otra capa podría etiquetar este par de círculos como ojos».
Este tipo de inteligencias artificiales han sido entrenadas no sólo para identificar ojos, como lo explica en la cita, sino también para diferenciar entre estilos y autores, por lo que así como esta red pudo reconstruir la obra de Picasso, también pudo identificar que en efecto se trataba de un Picasso y no de otro pintor, llámese Van Gogh o Da Vinci.
El boceto de esta pintura fue encontrado también en una carta de Picasso, donde aparentemente fue titulada: La femme perdue. / Foto: Raiders of the Lost Art
Para recuperar el retrato original de la mujer extendiendo su brazo, los investigadores hicieron que la inteligencia artificial analizara la fotografía de The Old Guitarist y aplicara todo el conocimiento adquirido sobre el periodo azul de Picasso, lo cual dio como resultado una versión de esta mujer a todo color.
Si bien no queda claro si esos fueron los trazos exactos o la elección exacta de colores de Picasso, sin duda se muestra como una nueva oportunidad que podría redifinir el oficio de los historiadores del arte.
Puedes leer la investigación original (en inglés) dando clic aquí.
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