Líneas que cuentan historias en las que el cabello es un juego y los ojos un recuerdo. Las imágenes hechas con carboncillo recrean momentos que parecen salir de la hoja. Emociones que se sienten y lugares que se habitan; recuerdos que quedan atrapados entre trazos y papel.
Haciendo uso del carboncillo, Sue Bryan, dibujante de origen irlandés, realiza dibujos para decir lo que siente, recuerda y admira. Gracias a este material, Sue puede llenar de tonos y textura a su familia, sus viajes y todo lo que pueda contar una historia.
El carboncillo facilita el talento de Sue: este material le permite realizar trabajos con un gran detalle de claroscuros, tonalidades que caracterizan a sus dibujos. Variando la presión ejercida sobre el papel, la artista consigue una gran gama de grises, desde un casi negro intenso hasta el gris más sutil. El efecto en sus dibujos es un suave trazo en el que se reproducen sombras, luces y reflejos con mucho detalle.
Las imágenes creadas por Sue resultan de la combinación del carboncillo en todas sus formas: comprimido, en polvo y lápiz, para lograr el efecto que cada dibujo requiere, estos siempre se refieren a una emoción o un pensamiento, pues cada uno de los paisajes o personajes mostrados tiene una historia que contar.
Los dibujos a carboncillo de Sue están llenos de elementos que rescatan el sentimiento que la imagen creó en ella y la inspiró a realizarla. En sus dibujos, como en literatura, cada elemento cuenta algo; la elección de los detalles refleja más que sólo un paisaje.