Al oriente de la Ciudad de México, entre los límites de la delegación Iztapalapa y el municipio de Nezahualcóyotl existe un monumento emblemático, la gigantesca Cabeza de Juárez, fuente de inspiración para el logotipo de la estación de metro más cercana, Guelatao.
La popularidad que tiene esta enorme escultura no es la mejor, en realidad, esta obra no es famosa o querida debido a la excelente reputación de su reconocido autor, el pintor, escultor y muralista, David Alfaro Siqueiros. La mayoría de los citadinos suelen burlarse del aspecto de esta representación en gran formato de la cabeza de Benito Juárez, señalando sus desproporcionados ojos, desconcertante expresión o sus rasgos alienígenas, ignorando, evidentemente, que se trata de una obra que comenzó Siqueiros. Incluso el cronista Carlos Monsiváis, alguna vez se refirió a este monumento como «guillotinado por excelencia, horrible y terrible».
En 1972, durante el gobierno de Luis Echeverría, se cumplió un centenario de la muerte del Benemérito de las Américas, por lo cual durante ese año se planearon diversos eventos y conmemoraciones por parte del gobierno a lo largo de la república mexicana, Siqueiros propuso elaborar un busto monumental de Benito Juárez para marcar la intersección entre las avenidas Ignacio Zaragoza y Ermita Iztapalapa en los predios que poseía la Secretaría de Comunicaciones y Transporte. El presidente Echeverría aceptó y le encomendó este proyecto ubicado al oriente de la ciudad.
Foto: MX CitySiqueiros trabajó Lorenzo Carrazco y con su cuñado: Luis Arenal, quien hizo una maqueta del monumento basada en una pintura del mismo Siqueiros del año 1956. El sábado 28 de octubre de 1972, las autoridades de la SCT, Siqueiros y su equipo iniciaron la obra, sin embargo, el pintor falleció al poco tiempo de comenzar el proyecto, el 6 de enero de 1974. Por lo tanto Luis Arenal, le dio continuidad a la monumental obra con algunas modificaciones, inaugurando el monumento el 21 de marzo de 1976.
Desde su planeación se contempló que al interior de la base del monumento se hiciera un museo con obras que rindieran honor a las revoluciones que se han vivido en la historia del país y homenajes a Benito Juárez en las manos de Rufino Tamayo, Diego Rivera, Clemente Orozco y otros muralistas de la época. Pero este museo y monumento estuvo muchos años en el abandono; fue hasta el año 2000, cuando los fundadores del Taller de Arte Ideología, rescataron este monumento gracias a la intervención del Instituto Nacional de Bellas Artes y las autoridades de la delegación Iztapalapa.
Foto: El UniversalPese a la iniciativa por brindar mayores espacios a la cultura, el arte y la historia, en el año 2008 en este museo se presentaron diversas denuncias delictivas de robo y violación, por lo cual se tuvo que reforzar la seguridad con guardias a la entrada del museo.
Actualmente, además de las obras de los muralistas planeadas desde un principio, también se pueden encontrar grabados y cronologías desde 1806 hasta 1872, una narración sobre la historia del monumento y una lista de las personas que participaron en el proyecto, así como una colección de banderas. En ocasiones el Museo Cabeza de Juárez ofrece talleres para personas de distintas edades. El lugar está abierto al público todos los días y su entrada es gratuita.
Foto: Chilpas
En portada: Wikimapia