El pasado 16 de octubre de 2001, fueron robadas siete obras de la colección privada Tritón, del matrimonio holandés Willem y Marijke Cordia, quienes por primera vez las mostraban al público con motivo de la celebración por los 20 años del Museo Kunsthal de Rotterdam.
Entre los cuadros robados figuraban: Cabeza de arlequín, de Pablo Picasso; Mujer ante una ventana abierta, de Paul Gauguin; Autorretrato, de Meyer de Haan; El puente de Waterloo, Londres y El puente de Charing Cross, Londres, de Claude Monet; La lectora en blanco y amarillo, de Henri Matisse y Mujer con los ojos cerrados, de Lucian Freud, que en su conjunto tienen un valor aproximado de entre 150 y 200 millones de euros.
Las autoridades rumanas han dado seguimiento al caso y en enero pasado detuvieron a tres sospechosos del robo y a otros tres presuntos cómplices.
El día de ayer se dio a conocer que durante una investigación realizada en casa de la madre de uno de los supuestos ladrones, se encontraron cenizas que fueron analizadas en un laboratorio del Museo Nacional de Arte de Bucarest, mismas que contenían huellas de pintura de un cuadro con una antigüedad de más de un siglo, lo único que no se ha logrado confirmar es si se trata de una parte de un lienzo o del marco.
La abogada de uno de los acusados declaró que no existen pruebas de que las pinturas hayan sido quemadas, por lo que aún no se esclarece el paradero de los cuadros robados.