Para Carlos Semerena Totoi el arte es toda creación visual hecha de manera plástica manual o digital que hace que los ojos se pierdan. Como ilustrador freelance, disfruta dibujar en cualquier presentación, ya sea una hoja, un muro o digitalmente en photoshop; aunque afirma que sí tuviera que elegir su formato favorito, sería un espacio exterior ya sea en una pared o con una activación.
En el arte urbano, Totoi encontró el mejor lienzo por ser una oportunidad que – a diferencia de una libreta o la ilustración digital- le permite estar en contacto con la gente que transita todos los días por el espacio público. Como uno de los principales retos que enfrenta al hacer un mural, admite que a veces pasa por su cabeza que mientras más grande sea muro, puede ser más difícil aunque en realidad no siempre sucede así. “Soy de esas personas que piensa de más las cosas y durante los días previos -a pintar un mural- no duermo bien pensando en que pudiera pasar. Al final todo sale bien”.
“Me gusta mucho la libertad que se siente cuando te toca estar arriba en una grúa o andamio, porque es un espacio donde puedo estar solo con mi material pintando y escuchando música. Al principio era espantoso pero ahora lo disfruto demasiado”. Totoi
“Me gusta ese contacto constante con la gente, mientras pintas el mural te das cuenta de cuánta gente lo ve y lo contempla, es un gran sentimiento. Sé que ahora con los medios digitales puedes llegar a más audiencia pero creo que mientras pasan los años aprecio mucho más el contacto con la gente. Es loco pensar que ya pude dejar una raya en el estómago de México”. Totoi
Recientemente pudo disfrutar la experiencia de pintar en un espacio tan emblemático para la Ciudad de México como la Central de Abasto y al respecto comenta: “estuvo de lujo, nunca pensé estar en un spot tan imponente como La Central, el estómago de la República. Cada día disfrutaba demasiado llegar y platicar con el equipo de Central de Muros, tomar un café de la señora del carrito, comer un caldo de gallina, ir al comedor de la Central de Abasto y comer por $10.00.(…) Podría seguir por horas, es una experiencia del año pasado que llevo con cariño… hubo un día en que uno de los diableros apodado “La Parca” me pidió pintar su diablito, no lo dudé ni un segundo”.
Así nació el mural Unidad como parte del proyecto Central de Muros, que se ha convertido en la galería más grande de Latinoamérica con 537 hectáreas para intervenir.
Los ejes que rigen su pieza partieron de pláticas previas con Central de Muros, pues tenía que cumplir y representar uno de los objetivos universales de la Organización de las Naciones Unidas ONU. A Totoi lo conmovió uno acerca del porcentaje de madres que fallecen al dar a luz a sus hijos, y le resultó particularmente triste pensar en el lazo que se rompe al momento de nacer sin una madre. Ese sentimiento se transformó en el motor para la obra. Mismo que complementó con el detalles de los Dulces Vero, que nos recuerdan nuestra infancia y fue la marca que patrocinó e hizo posible esta nueva pieza en los muros de la Central de Abasto.
Para este mural, Totoi debía cumplir con uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible que forman parte de la lista de la ONU Agenda 2030, objetivos que se han planteado para transformar el mundo en los que los gobiernos ponen especial énfasis para garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
De acuerdo con la ONU, la tasa de mortalidad materna —la proporción de madres que no sobreviven al parto en comparación con las que lo hacen— en las regiones en desarrollo es todavía 14 veces mayor que en las regiones desarrolladas. Tan solo la mitad de las mujeres de las regiones en desarrollo reciben la cantidad recomendada de atención médica que necesitan. Para 2030, el objetivo es reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos.
La de una madre y su hijo es de las uniones más fuertes que existen, pero cuando al dar una vida puedes perder la propia la maternidad se transforma en un doloroso sacrificio y la pérdida no es solamente familiar sino de toda la sociedad en la que crecerá un niño sin su madre. Eso es lo que representa el mural de Totoi, aquél lazo inquebrantable que no desaparece ni siquiera con la muerte.
Otro detalle que se revela en el muro es la frase “Todos Unidos” con la cual el artista apoyaba a la caravana migrante que atravesaba nuestro país justo durante los días en que se realizaba el mural.
Tal mensaje se fundió en una sola unidad con la fuerza del aerosol, además en las obras de Totoi el color es un lenguaje propio, un personaje más. Y en cada una de sus ilustraciones o murales es su paleta cromática la que le da contundencia al mensaje. Unidad no es la excepción, pues el contraste entre la fuerza de los tonos primarios y la lucha con sus complementarios y contrarios finalmente manifiesta una armonía que nos recuerda que estamos todos unidos, que formamos parte del mismo mundo y los muros que nos unen -como los de la Central- siempre serán más poderosos que aquellos que tratan de dividirnos.
El mundo es de los arriesgados es la frase que define la inspiración de Totoi cada que se enfrenta a una pared o una hoja en blanco, “Soy un chico de provincia y esa frase siempre me da vueltas por la cabeza y hace que deje de perder el tiempo y siga trabajando”. Sin duda esta determinación y pasión convierten a Totoi en un miembro más de la lista de los mejores artistas urbanos que se apropian de los muros de la ciudad y transforman la cotidianidad en una obra de arte.
Conoce más de su obra en su cuenta de Instagram @totoi_semerena y mantente al pendiente de sus próximos proyectos.
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