Luis Ramiro Barragán Morfín (1902-1988), originario de Guadalajara, se convirtió en uno de los arquitectos más importantes del siglo XX, ya que influyó en la modernidad de México. Después de complementar su formación profesional en Europa, Barragán viajó a España, país que despertó en él la idea de que los jardines deberían ser lugares diseñados especialmente para la meditación y la relajación. Esta idea que se vio reflejada en cada uno de sus proyectos, que concibió como un juego de planos, luces y texturas que envuelven a los habitantes en una atmósfera de confort.
Estos juegos de planos, luz y color se presentan en el edificio de apartamentos en la plaza Melchor Ocampo (1936-1940), su casa-taller en Tacubaya y dos obras en el campo del paisajismo: los jardines del Pedregal (1945-1950) y los del Predio del Cabrío (1944), ambos ubicados en la Ciudad de México, donde se percibe la huella profunda de los jardines islámicos, así como la insistente presencia del sonido del agua.
Por el gran trabajo que Barragán realizó, obtuvo el premio Pritzker en 1980 y se convirtió en el primer latinoamericano en la Historia en recibirlo; se trata de reconocimiento que se entrega anualmente para condecorar a un arquitecto en vida, y es el galardón de mayor prestigio internacional; también se le conoce como el Nobel de Arquitectura, desde 1987 se otorga un monto de 100 mil dólares y un medallón de bronce; los factores que se consideran para otorgarlo son la funcionalidad, la calidad en las obras y un alto nivel de creatividad; es así como en los últimos años ha obtenido gran relevancia.
Te compartimos 10 cosas que tal vez no sabías sobre este genio de la arquitectura.
1. Luis Barragán estudió Ingeniería Civil, no Arquitectura
Se formó en la Escuela Libre de Ingenieros de Guadalajara de 1919 a 1923, a partir de la cátedra e influencia de un profesor (Agustín Basave) nació su interés por la arquitectura, por lo que realizó cursos opcionales e hizo los créditos en esa carrera; sin embargo, no terminó los trámites correspondientes y no le dieron el título.
2. Sentimientos encontrados en sus obras
Sus trabajos intentan relatar su amor, nostalgia y permanente inspiración por el rancho de su padre ( en la época del agrarismo perdieron la fortuna familiar) y la arquitectura popular de la provincia mexicana: paredes blanqueadas con cal, la tranquilidad en patios y huertas, colorido de calles y plazas rodeadas de sombreados portales.
3. Su casa-estudio en Tacubaya es Patrimonio Mundial
Fue construida en 1948 y declarada por la UNESCO, en 2004, Patrimonio Mundial, es el único inmueble individual en América Latina que ha logrado tal distinción, como afirma en su declaratoria: “es una obra maestra dentro del desarrollo del movimiento moderno, que integra en una nueva síntesis elementos tradicionales y vernáculos, así como diversas corrientes filosóficas y artísticas de todos los tiempos”.
4. Chucho Reyes, su amigo, fue el maestro del color
No colocaba color sin la aprobación de Chucho Reyes, un pintor, coleccionista y anticuario mexicano; de esta forma, su relación con Luis se convirtió en una de las más importantes.
5. Las modificaciones que realizó en las Torres de Satélite
Su único objetivo era resaltar la entrada de la principal vía de acceso a la urbanización. Originalmente eran de color blanco, amarillo y ocre, pero en 1968 con motivo de las olimpiadas fueron pintadas de anaranjado para contrastar con el azul del cielo; fueron pintadas una vez más en 1989 y quedaron dos torres blancas, una azul, una amarilla y una roja.
6. Su obra altruista
Luis Barragán accedió a realizar gratis el proyecto de ampliación de la Capilla y Convento de las Capuchinas Sacramentarias, además de financiar parte de su construcción durante los siete años de la ejecución de la obra, pues definió poco a poco los detalles que la compondrían.
7. Nadie comprendía su sello
En sus inicios, las clases altas mexicanas no comprendían el diseño de los hogares que creaba Barragán, el porqué de su aparente austeridad y porqué no imitaba la estética de Hollywood de aquella época.
8. Las Torres de Satélite y el disgusto con Mathias Goeritz
Cuando ambos realizaron un viaje a New York para buscar artistas, Luis, aunque no hablaba inglés, se dio cuenta de que Mathias, en las múltiples reuniones y citas, se había adjudicado el proyecto que iniciaron 20 años atrás; a partir de esto comenzó un conflicto permanente y nunca se reconciliaron.
9. Su muerte
Murió el 22 de noviembre de 1988 a causa del mal de Parkinson, sus restos fueron envueltos en la bandera mexicana y velados en el vestíbulo central del Instituto Nacional de Bellas Artes.
10. Homenaje póstumo
En honor al arquitecto, uno de los talleres de la Facultad de Arquitectura de la UNAM lleva su nombre.
Luis Barragán es una figura importante en la élite arquitectónica mexicana, seas o no arquitecto, artista o escultor, no puedes dejar de conocer su obra, la que demuestra la tenacidad con la que trabajaba, cuya influencia arquitectónica es trascendental ante los ojos del mundo.
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