En 2010, un director demostró que en las películas puede pasar cualquier cosa. Lo que sea. Y es que no se necesita nada más que la imaginación para contar una historia, incluso si esta incluye los eventos más inverosímiles. ‘Rubber’ de Quentin Dupieux es una cinta francesa-estadounidense de comedia y horror sobre un neumático que cobra vida y, después, se dedica a matar.
Todo empieza en California, en medio del desierto de Mojave, donde una llanta llamada Robert cobra vida a un lado de la carretera. Conforme el objeto, previamente inanimado, empieza a ser consciente de sí mismo, también descubre que tiene poderes telequinéticos y no solo eso: también puede hacer estallar otros objetos. Todo estaría bien si Robert se limitara a explotar rocas, pero poco a poco descubre que puede hacerlo con los seres vivos. Y que es aun más divertido hacer que estallen las cabezas humanas, por sobre todo lo demás.
Además de tener el poder de explotar cosas, Robert tiene sentimientos (o algo parecido a eso). La llanta se obsesiona con una mujer a la que no logra hacer estallar y la sigue a todas partes, incluso a un motel en el que se hospeda en la habitación contigua. Hay que recordar que, en esta película, nada tiene sentido. Y esa fue precisamente la intención de Dupieux: demostrar, a través de una sátira de las películas de terror, que no se necesita una razón para que los eventos ocurran. ¿Un neumático con vida? Claro. ¿Con poderes telequinéticos? Por qué no. Por otro lado, probablemente el director no quería tener que explicar cómo es que una llanta adquiere poderes. Solo los tiene y ya.
Si te gustan las situaciones absurdas y no te importa encontrarle una explicación racional a cada cosa que ves en la pantalla, tienes que ver ‘Rubber’. Desafortunadamente, la película es tan rara que actualmente no está disponible en plataformas de streaming en México. En Estados Unidos, sin embargo, puedes encontrarla en Prime Video.
En 2010, un director demostró que en las películas puede pasar cualquier cosa. Lo que sea. Y es que no se necesita nada más que la imaginación para contar una historia, incluso si esta incluye los eventos más inverosímiles. ‘Rubber’ de Quentin Dupieux es una cinta francesa-estadounidense de comedia y horror sobre un neumático que cobra vida y, después, se dedica a matar.
Todo empieza en California, en medio del desierto de Mojave, donde una llanta llamada Robert cobra vida a un lado de la carretera. Conforme el objeto, previamente inanimado, empieza a ser consciente de sí mismo, también descubre que tiene poderes telequinéticos y no solo eso: también puede hacer estallar otros objetos. Todo estaría bien si Robert se limitara a explotar rocas, pero poco a poco descubre que puede hacerlo con los seres vivos. Y que es aun más divertido hacer que estallen las cabezas humanas, por sobre todo lo demás.
Además de tener el poder de explotar cosas, Robert tiene sentimientos (o algo parecido a eso). La llanta se obsesiona con una mujer a la que no logra hacer estallar y la sigue a todas partes, incluso a un motel en el que se hospeda en la habitación contigua. Hay que recordar que, en esta película, nada tiene sentido. Y esa fue precisamente la intención de Dupieux: demostrar, a través de una sátira de las películas de terror, que no se necesita una razón para que los eventos ocurran. ¿Un neumático con vida? Claro. ¿Con poderes telequinéticos? Por qué no. Por otro lado, probablemente el director no quería tener que explicar cómo es que una llanta adquiere poderes. Solo los tiene y ya.
Si te gustan las situaciones absurdas y no te importa encontrarle una explicación racional a cada cosa que ves en la pantalla, tienes que ver ‘Rubber’. Desafortunadamente, la película es tan rara que actualmente no está disponible en plataformas de streaming en México. En Estados Unidos, sin embargo, puedes encontrarla en Prime Video.
En 2010, un director demostró que en las películas puede pasar cualquier cosa. Lo que sea. Y es que no se necesita nada más que la imaginación para contar una historia, incluso si esta incluye los eventos más inverosímiles. ‘Rubber’ de Quentin Dupieux es una cinta francesa-estadounidense de comedia y horror sobre un neumático que cobra vida y, después, se dedica a matar.
Todo empieza en California, en medio del desierto de Mojave, donde una llanta llamada Robert cobra vida a un lado de la carretera. Conforme el objeto, previamente inanimado, empieza a ser consciente de sí mismo, también descubre que tiene poderes telequinéticos y no solo eso: también puede hacer estallar otros objetos. Todo estaría bien si Robert se limitara a explotar rocas, pero poco a poco descubre que puede hacerlo con los seres vivos. Y que es aun más divertido hacer que estallen las cabezas humanas, por sobre todo lo demás.
Además de tener el poder de explotar cosas, Robert tiene sentimientos (o algo parecido a eso). La llanta se obsesiona con una mujer a la que no logra hacer estallar y la sigue a todas partes, incluso a un motel en el que se hospeda en la habitación contigua. Hay que recordar que, en esta película, nada tiene sentido. Y esa fue precisamente la intención de Dupieux: demostrar, a través de una sátira de las películas de terror, que no se necesita una razón para que los eventos ocurran. ¿Un neumático con vida? Claro. ¿Con poderes telequinéticos? Por qué no. Por otro lado, probablemente el director no quería tener que explicar cómo es que una llanta adquiere poderes. Solo los tiene y ya.
Si te gustan las situaciones absurdas y no te importa encontrarle una explicación racional a cada cosa que ves en la pantalla, tienes que ver ‘Rubber’. Desafortunadamente, la película es tan rara que actualmente no está disponible en plataformas de streaming en México. En Estados Unidos, sin embargo, puedes encontrarla en Prime Video.
En 2010, un director demostró que en las películas puede pasar cualquier cosa. Lo que sea. Y es que no se necesita nada más que la imaginación para contar una historia, incluso si esta incluye los eventos más inverosímiles. ‘Rubber’ de Quentin Dupieux es una cinta francesa-estadounidense de comedia y horror sobre un neumático que cobra vida y, después, se dedica a matar.
Todo empieza en California, en medio del desierto de Mojave, donde una llanta llamada Robert cobra vida a un lado de la carretera. Conforme el objeto, previamente inanimado, empieza a ser consciente de sí mismo, también descubre que tiene poderes telequinéticos y no solo eso: también puede hacer estallar otros objetos. Todo estaría bien si Robert se limitara a explotar rocas, pero poco a poco descubre que puede hacerlo con los seres vivos. Y que es aun más divertido hacer que estallen las cabezas humanas, por sobre todo lo demás.
Además de tener el poder de explotar cosas, Robert tiene sentimientos (o algo parecido a eso). La llanta se obsesiona con una mujer a la que no logra hacer estallar y la sigue a todas partes, incluso a un motel en el que se hospeda en la habitación contigua. Hay que recordar que, en esta película, nada tiene sentido. Y esa fue precisamente la intención de Dupieux: demostrar, a través de una sátira de las películas de terror, que no se necesita una razón para que los eventos ocurran. ¿Un neumático con vida? Claro. ¿Con poderes telequinéticos? Por qué no. Por otro lado, probablemente el director no quería tener que explicar cómo es que una llanta adquiere poderes. Solo los tiene y ya.
Si te gustan las situaciones absurdas y no te importa encontrarle una explicación racional a cada cosa que ves en la pantalla, tienes que ver ‘Rubber’. Desafortunadamente, la película es tan rara que actualmente no está disponible en plataformas de streaming en México. En Estados Unidos, sin embargo, puedes encontrarla en Prime Video.