En los 90 la serie La Niñera, escrita, producida e interpretada por la comediante Fran Drescher se convirtió en todo un acontecimiento en la televisión que persiste hasta el día de hoy. Su humor, el carisma de sus personajes y sobre todo la moda fueron clave para que el programa trascendiera a lo largo de los años.
En el programa, Fran Drescher daba vida a un joven que se convirtió en la niñera de una familia acaudalada. Pero más allá de la pantalla, el personaje tiene muchas similitudes con la vida de su protagonista, como que sus padres tienen el mismo nombre, provienen del barrio neoyorquino de Queens y ambas son judías.
En medio de las altas tensiones derivadas del conflicto palestino-israelí, la actriz ha asegurado que el personaje de La Niñera fue un éxito mundial que trascendió la religión.
“Creo que todos se identificaron con ese programa”, dijo en exclusiva al medio Page Six en la cena de corresponsales de la Casa Blanca el sábado por la noche. Drescher además aseguró que el programa fue todo un éxito en países de mayoría musulmana.
“Fue enorme en todo Medio Oriente”. “En todos los países árabes, Jordania, Egipto y los Emiratos”, aseguró. Así mismo, explicó que su programa trascendió porque “trascendía la religión” y la gente podía “identificarse” con ella.
“El mensaje global de la serie fue que no importa cómo te ves ni cómo suenas, lo que cuenta es lo que hay en tu corazón y creo que es un mensaje que funciona en cualquier década”, dijo al medio.
La también presidente del sindicato de actores SAG-AFTRA contó lo difícil que fue sacar adelante el programa.
“Fui la primera actriz judía en protagonizar una serie en horario estelar en la que interpreté a un personaje abiertamente judío desde 1948 (Gertrude Berg protagonizó ‘Los Goldberg’). Con ‘The Nanny’, dijeron que podían vender el programa a Procter & Gamble si ‘The Nanny’ era italiana y no judía”.
Sin embargo, la estrella se negó.
“No me gusta vivir con arrepentimiento”, dijo en el podcast “The Originals” en 2020, “y no quiero apresurarme a hacer algo para conseguir el trabajo y luego, cuando no sale bien o falla, Me pateé porque pensé: ‘¿Por qué no seguimos nuestros instintos? ¿Por qué los escuchamos?’”
“Pensé: ‘No puedo vivir con ese arrepentimiento. Sé que este personaje necesita ser escrito muy cerca de mí y de todos los personajes ricos y maravillosos con los que crecí’”, continuó
Es por ello, que la actriz y su entonces esposo y socio productor, Peter Marc Jacobson, “se armaron de descaro y dijeron: ‘No, Fran Fine debe ser judía’”.