No, no es sobre uno de los tantos amores frustrados de Juan Gabriel, no se la compuso a alguno de sus amantes ni habla sobre el amor romántico de pareja, es algo mucho más fuerte, el amor que, si no se tiene, resulta mortal.
Cuando se estrenó la serie Hasta que te conocí pudimos ver muchos aspectos desconocidos sobre la vida de Juan Gabriel, además de su velada homosexualidad, el trágico incidente que lo llevó a pasar una temporada en prisión y la complicada infancia que tuvo, sin mencionar el núcleo que provocó todo su sufrimiento: su madre. Para Juan Gabriel significó una vida solitaria y la causa de todas sus desventuras sentimentales…
A lo largo de su carrera Juan Gabriel dedicó muchas canciones a su madre, sin embargo, una de las más reveladoras fue “Hasta que te conocí”. Juan Gabriel fue abandonado por su madre en un orfanato y cada que lo iba a visitar era una auténtica pesadilla, parecía que la mujer detestaba tener una hijo como Juan Gabriel. Ya una vez que el cantante alcanzó la gloria, tampoco se alegró por su fortuna, era una mediana alegría, como el gusto que te da cuando un conocido triunfa.
“Hasta que te conocí” es la catarsis de Juan Gabriel sobre su relación materna, siempre tuvo a su mamá como una mujer idealizada, una víctima del infortunio de la vida, una mujer forjada en la austeridad y la carencia, no obstante, llegó un día en el que la vio de verdad, se le reveló el secreto que ella guardaba y entendió que no lo amaba como se supone que una madre ama a su hijo:
«Hasta que te conocí
vi la vida con dolor,
no te miento fui feliz
aunque con muy poco amor.
Y muy tarde comprendí
que no te debía amar
porque ahora pienso en ti
más que ayer, mucho más.
Yo jamás sufrí, yo jamás lloré,
yo era muy feliz
pero te encontré».
Descubrir que la relación con su madre era lo más nocivo en su vida debió ser muy fuerte, después de todo era su madre y nunca dejó de amarla. La muestra está en la canción que compuso para ella después de su muerte.
“Hasta que te conocí” es uno de los éxitos más grandes de Juan Gabriel, aunque para él no haya sido sencillo componerla o interpretarla, pues representa la médula de todo lo equivocado en su vida y el vacío sentimental que jamás pudo llenar.
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