Con sus primeros tres discos y un par de EPs, King of Leon demostró que podía ser más que una banda de garage del sur de Estados Unidos. Su estilo era áspero por la saturación de las guitarras, pero en ese rugir existía un encanto que se basó en la armonía, melodía y riffs tan precisos como asombrosos. Si tenían todo para ser la nueva revelación del rock, ¿qué pasó?
El 13 de febrero de 2003 el mundo conoció a los hermanos Followill a través del Ep “Holy Roller Novocaine” un oasis estruendoso en el nuevo panorama independiente. Su aspecto sureño parecía ser su marca distintiva. Caleb tenía una melena de león mal cortada y un mostacho anticuado. Su aspecto desentonaba más con una de las prendas desgastadas que recordaban a la época hippie.
Con dicho atuendo cualquier crítico cosmopolita podría soltar una carcajada al verlos arriba del escenario conectando sus viejos instrumentos. La risa se convertía en un asombro ecléctico cuando los primeros acordes de ‘Molly’s Chambers’ rugían a través de los parlante. Ésa era la magia de King of Leon, el contraste entre estética, estilo y propuesta en un mundo que estaba comenzando a monopolizarse.
De ese EP destacan los temas ‘Wasted Time’, ‘California Waiting’ y, por supuesto, ‘Holy Roller Novocaine’ tema que evoca el pasado blusero de Estados Unidos y le añade la fuerza de una bestia a través de un solo de guitarra que suena como el choque de dos mundos: el salvaje contra lo doméstico.
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Los jóvenes que amaban las estructuras clásicas del rock amaron de manera instantánea a los cuatro hermanos de Nashville. Siguiendo el camino de una banda que prometióspo algo enorme, King of Leon sacaron su primer álbum de larga duración: “Youth & Young Manhood”. Además de recopilar su trabajo previo, se añadieron enormes piezas como ‘Joe’s Head’, ‘Trani’ y ‘Red Morning Light’, otra tema de euforia distorsionada y locura cruda.
El segundo álbum llegó junto con los primeros cambios. “Aha Shake Heartbreak” se aleja un poco del estilo southern rock y explora los estilos que se gestaban en Inglaterra. El primer sencillo ‘The Bucket’ muestra una pequeña variación, en lugar de la estructura acorde como base y escalas para los solos, a mitad de las estrofas sonaba un punteo de guitarra como acompañante de Caleb. La experimentación continúa con ‘Four Kicks’ y ‘King of the Rodeo’.
Además de la variación en su música, se percibe un cambio de actitud en los hermanos Followill. Se quitaron la barba y desecharon el estilo hippie para apropiarse de lo que sería una mezcla extraña entre banda inglesa de indie rock y Morticia ( por el alaciado de Caleb). ¿Qué tiene que ver su atuendo en todo esto? Este pequeño cambio fue el síntoma que el león estaba domesticándose poco a poco. En lugar de seguir libre, comenzó a aprisionarse con las tendencias.
La parafernalia que se creó en torno a la nueva imagen del grupo irritó a los pocos amantes del rock que seguían escuchando
En 2007 llegó “Because of the Times” como un vendaval del pasado. La canción ‘Knocked Up’ recuerda un poco al estilo sureño con el que iniciaron pero se entiende que nuca más regresarían a él por completo. El tema ‘Fans’ demostraba lo bien que se sentía con canciones de decibeles bajos y melódicas. Hasta ahí estaba bien. Si se hubieran quedado parados sobre esa frontera entre lo que verdaderamente son y lo que los demás quieren, Kings of Leon hubiera sobrevivido, pero no.
‘On Call’ marcó el final del estilo garage para entrar a las populares ligas del rock alternativo. La rebeldía del león terminó. Su rugido ahora parece un susurro para no dañar los oídos de las masas.
Cuando se estrenó el álbum “Only by the Night”, el adiestramiento terminó. Lo que en un inició parecía un grupo de rock, ahora se transformó en una boy band que vende caras bonitas en lugar de música. El disco no es malo, hay temas buenos ‘Crawl’, ‘Manhattan’ e incluso ‘Sex on Fire’, pero toda la parafernalia que se creó en torno a la nueva imagen del grupo irritó a los pocos amantes del rock que seguían escuchando.
Kings of Leon terminó de cubrirse de la escena pop con ‘Use Somebody’ y ‘Notion’, canciones que los medios de comunicación desgastaron de manera horrenda. En 2010 continuó “Come Around Sundown”, éxito descomunal para el público que abarrota estadios sólo para corear la última canción que suena en la radio. Así pasaron tres largos años y los fans de antaño ya habían renunciado a una banda que prometía mucho y terminó en nada. Hasta que un día, ya sin muchas expectativas para los amantes del buen rock, salió “Mechanical Bull” con la explosiva canción ‘Supersoaker’.
¿Será posible que regresaría la verdadera esencia de los hermanos Followill? Al escuchar ‘Temple’, ‘Famili Tree’ y ‘Coming Back Again’ se confirmó el exuberante retorno de la energía que desordenaba de manera bella la música en el lejano 2003. La sospecha la acabamos de confirmar al escuchar su más reciente producción “WALLS”, el cual recuperó el estilo agresivo y crudo del rock sureño y lo transportó a entornos más experimentales.
Ahora no sólo tenemos a la bestia salvaje de vuelta, sino a una fiera madura que se atreve a explorar terrenos poco frecuentados con el fin de apropiárselos y crear un nuevo estilo, el más complejo y sobrecogedor que hemos escuchado hasta ahora.
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Por un momento Kings of Leon sufrió de un delirio que por poco los conduce a una despersonalización. Se convirtieron en un grupo complaciente con el público y olvidaron su verdadera identidad. Costó trabajo darse cuenta, pero acabaron de entender la importancia de mantenerse fiel a sus ideales y de hacer música para satisfacer su espíritu y no el de los otros.
Se salvaron, pero por poco pasan de ser la banda más prometedora del año a un objeto de mercancía como u2.