Despiertas después de una noche de antro y simplemente no te toleras. Y no, no es por cruda, desvelo, ni culpa, es por el olor a cigarro que de alguna manera logró impregnarse hasta en tus sábanas. Así que en vez de dormir un poco más, te levantas a bañarte con la esperanza de que se te quite la esencia a cenicero y la incomodidad de saber que estás impregnado de cigarro aunque tú ni siquiera fumas.
Ser fumador pasivo tiene consecuencias. Pero aceptémoslo, tu grupo de amigos es increíble y sin duda no los vas a cambiar por nada. Si siempre te rodeas de amantes de la nicotina, entonces comprenderás qué tan difícil puede ser convivir cuando todos fuman menos tú:
1. Pasas bastante tiempo solo
Cada que se les ocurre encender un cigarro (y pasa frecuentemente) salen del antro, fiesta o restaurante, dejándote como salero en la mesa. La otra opción es ir tras ellos, pero necesitas un descanso del molesto humo de cigarro.
2. Te da gripe cada que sales con ellos
Típico, cuando estás con ellos te da tos, te duele la cabeza y se te irrita tanto la nariz que piensas que estás a punto de enfermarte, pero casualmente te empiezas a curar cuando regresas a casa. Es duro admitirlo, pero quizá eres alérgico a tus amigos, o bueno, no a ellos, sino a todo el humo que producen.
3. El olor nunca se va de tu cabello
No importa cuánta loción uses o qué tan rico huela tu shampoo, si estás con fumadores irremediablemente te vas a impregnar de olor a cigarro. Incluso aunque te bañes, el aroma no sale por completo de tu cabello, y si el olor tarda en desaparecer, imagínate cuánto tiempo permanecen en tu ropa y tu piel los componentes nocivos del humo.
4. Has vivido una cruda de cigarro
Es domingo en la mañana, tienes tos y náuseas, y te sientes como si un desfile de elefantes hubiera pasado sobre tu cabeza. Suena a que viviste un gran sábado, pero en realidad la pasaste en casa viendo películas y ese malestar se debe a que tus roomies fumaron toda la noche. Estás tan “crudo” que no te quedan energías ni para lanzarte por una barbacoa.
5. Siempre pasas frío
Tus amigos piden mesa en la terraza aunque esté lloviendo. En las fiestas, siempre terminan platicando afuera, no importa si es invierno. Si sales con ellos, lo haces con todo y cobija aun a sabiendas que te la van a apestar a cigarro.
6. Sus visitas a tu casa dejan rastro
En bares y restaurantes no hay más opción que estar en la intemperie, pero cuando van a tu casa siempre te remuerde la conciencia pedirles que fumen afuera y terminas dejando que enciendan su cigarro cerca de la ventana; lo cual, por cierto, no hace ninguna diferencia.
¿Te imaginas un mundo en el que consumir tabaco no deje rastro? Afortunadamente ya existen tecnologías que ofrecen otras maneras de consumir tabaco, estas sustituyen el proceso de combustión de un cigarro tradicional y calientan el tabaco en vez de quemarlo, evitando así la generación del molesto y oloroso humo. Da click aquí y conoce más sobre la categoría de productos de tabaco para calentar que crearán un futuro sin humo. #calientaeltabaconoloquemes #futurosinhumo