El doggy style es la posición sexual preferida por los hombres mientras que las mujeres disfrutan más de “el misionero”. Estos datos fueron dados a conocer por una página web sobre medicina y fármacos tras realizar un estudio donde se encuestaron a 2 mil personas en Europa y Estados Unidos.
Puede que estos datos varíen de lugar en lugar y por ello no sean del todo objetivos. Sin embargo, lo que es cierto es que a la hora del sexo, las diferencias entre las preferencias de hombres y mujeres son notables. Al pedir opiniones sobre “el 69”, una de las posturas predilectas por los varones, las chicas encuestadas revelaron que a veces les es incómoda y poco placentera.
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Ana, 27 años
No es espontáneo.
«Uno de los aspectos más placenteros del sexo su espontaneidad. Es decir, sucede sin cálculos, planes ni coreografías. El 69 rompe con esa dinámica natural y obliga a ambos a tomar una postura que rompe toda la magia. Es muy forzado».
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Mónica, 35 años
Es incómodo.
«“¿Dónde pongo mis manos?”, “debo mantener las piernas en esta posición si no quiero arruinarlo”. Honestamente no es la posición más cómoda para tener sexo. Ambos deben sentirse seguros y cómodos, lo que no puede durar mucho tiempo y, claro, no puedes llegar al clímax sin ser interrumpida».
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Tania, 23 años
Se necesita mucha confianza.
«A menos que seas una persona extrovertida, el 69 necesita un mínimo de confianza para poder hacerse sin prejuicios. No puede suceder en las primeras citas, tampoco lo harías con alguien con quien no sabes sus gustos, debes tener mucha confianza».
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Carmen, 36 años
No puedes concentrarte.
«Es difícil disfrutar si estás intentando dar placer a otro. Aunque puede existir cierta sincronía entre ambos, es casi imposible que esmerarse en hacer un “buen trabajo” cuando intentas también disfrutar».
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Gloria, 29 años
No es el mejor ángulo.
«Quizá los hombres no tengan mayor problema pero, las mujeres no tienen una vista especialmente agradable. El 69 es una posición que muchos varones prefieren pero no excita particularmente a una mujer».
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Ana, 30 años
Proclive a accidentes.
«Debido a la pérdida de control propia del momento, es posible que quien esté arriba caiga si querer o tenga movimientos muy bruscos que convertirán en desagradable la experiencia de quien está debajo».
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Paola, 28 años
Es sofocante.
«Hay quienes optan por hacerlo de manera lateral, es decir, estar de frente y de costado. Así, una de las piernas reposa sobre la cama y sobre ella, puede posar la cabeza del otro respectivamente. Sin embargo, las piernas se cansan, y si toman un “descanso” pueden obstruir la respiración del otro y la pierna donde reposa la cabeza puede dormirse. Es muy incómodo».
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Daniela, 25 años
No siempre se posible.
«Si eres pequeña y él muy alto, debes hacer peripecias para lograrlo. Aunque hay muchos ángulos, no siempre es cómodo ni placentero cuando tienes que estar al tanto de las medidas».
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Clara, 31 años
Es antihigiénico.
«Aunque el sexo oral puede ser el preámbulo para una buena relación sexual, a las mujeres nos gustan los besos antes, durante y después. Si eres una persona que está preocupada por la higiene, no es algo que te guste. Además, sino lo haces con todas las precauciones, el miedo de contagiarte de una ETS no te dejará disfrutar».
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Es cierto que también hay muchas mujeres que disfrutan de esta posición y mucho. Generalizar con estadísticas no tiene sentido en los casos particulares. De ahí la importancia de conocer y reconocer el placer propio y el de la pareja para saber lo que va y lo que mejor no intentar.
Al final, es una decisión de dos y en cada acto sexual se puede experimentar y descubrir cuál —o cuáles— son las posiciones que más disfrutan.
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