Las invenciones no son un accidente, nacen de una necesidad.
En algún tiempo la mente de diferentes genios comenzaron a experimentar para darle a la humanidad un elemento nuevo que pudiese beneficiar a las comunidades. Nikola Tesla y T. Alba Edison trataban de iluminar al mundo con la electricidad; darnos luz en los lugares oscuros y gracias a sus avances ahora –más de 100 años después– podemos comunicarnos por mensajes a unos cuantos clicks de distancia.
Los avances de la ciencia y sus descubrimientos no han hecho que sólo la tecnología cambie, sino que incluso nuestra gastronomía se vea influenciada por ella y –curiosamente– uno de los encargados en modificar la forma en la que comemos ha sido el ejército de Estados Unidos de América.
Los militares “americanos” (como se autodenominan) han tenido una constante evolución desde el fin de la guerra civil en 1865 y su impulso por querer estar siempre a la vanguardia de la tecnología no es secreto. Cada vez desarrollan más elementos que los ayuden en la guerra y la alimentación es una de sus prioridades –ya que aseguran estar preocupados por sus soldados–. Ese enfoque los ha hecho crear comida que no sabíamos se ha comercializado a nivel mundial haciéndonos víctimas automáticas del consumo estadounidense.
Estos son algunos de los alimentos que la autora Anastacia Marx de Salcedo menciona en su libro “Combat-Ready Kitchen”, que demuestra cuántos productos creados por la milicia consumimos de vez en cuando:
Cheetos
Durante la Segunda Guerra Mundial, se llevaron a cabo distintos proyectos para optimizar el avance de las fuerzas norteamericanas y entre los puntos principales estaba la optimización del transporte de comida para los soldados. Los cheetos nacieron en ese intento. Eran pequeños pedazos de harina deshidratada fáciles de transportar y ahora existen de diferentes tipos y son una botana esencial. Los usan incluso para viajes en el espacio.
Barras energizantes
Según investigadores, pasaron décadas de experimentos para crear un pequeño alimento nutritivo que aportara energía a los soldados que lo necesitaran en el campo de batalla, cuando llegó, los soldados ya no lo usaron pero sí los astronautas, quienes lo rechazaron al principio, pero después de unas cuantas mejoras se convirtió en una parte esencial de sus dietas, por su durabilidad y facilidad de porte. Ahora ya los vemos en todos lados y cada vez tienen mayores propiedades.
Tortillas de harina empacadas
Antes de que cualquier purista de la cocina se ofenda, es necesario mencionar que esta versión de las tortillas es aquella que encontramos en cualquier supermercado y que se conservan durante mucho tiempo, a diferencia de las que se producen de forma manual. La tecnología con las que están diseñadas impiden que entren en estado de descomposición siempre y cuando estén almacenadas en una bolsa sellada y gracias a eso, ahora tenemos sandwiches, burritos y demás artículos en esa presentación.
Especias no tóxicas
Debido a que las hierbas y los productos de los que proceden las especias pueden recoger distintos tóxicos cuando se importan de un lugar a otro, fue necesario crear un tipo de envase que asegurara su pureza para evitar poner en riesgo la vida de los soldados. Como consecuencia nacieron las especias envasadas libres de toxinas, cortesía del ejército de E.U.
Pan rebanado
Un grupo de militares descubrieron un elemento llamado “enzimas bacteriales”, las cuales pueden mantener la frescura del pan durante semanas cuando está almacenado, a diferencia del que creamos en las panaderías comunes. Este tipo de alimentos fueron diseñados para que las provisiones de los soldados duraran semanas o meses en diferentes condiciones, así que todos tenemos parte de la tecnología estadounidense dentro de nosotros.
La McRib
No, McDonalds no fue el creador de este famoso platillo que se convirtió en el más llamativo de la industria de la comida rápida. Su creación se remonta al deseo de ahorrar en alimento sin quitarle el atractivo. La carne es resultado de una mezcla de cortes baratos y por ese mismo motivo era uno de los platillos más económicos del menú de la cadena multimillonaria.
Guacamole refrigerado
Este es favorito de sólo aquellos que no saben preparar guacamole o son demasiado flojos para hacerlo. Al parecer es un aderezo favorito de los soldados estadounidenses o astronautas en general, pues tuvo que desarrollarse una tecnología para poder conservar esta delicia mexicana. Ahora todos pueden tenerlo si caminan unas cuadras (aunque podrían comprar fresco de algún comerciante local).
Jugos en tetrapack
Los jugos y prácticamente toda la comida envasada en este sistema de conservación mediante aluminio y mezcla de ingredientes en los jugos y leches, fueron invento del ejército de E.U. para facilitar transporte, raciones y ofrecerle diferentes nutrientes de fácil acceso a los soldados y astronautas. Se comercializó y ahora las propiedades son de dudosa procedencia, así que es probable que pronto desaparezca.
Crackers de queso
El propósito de hacer este tipo de alimentos era reducir costos pero ofrecerle sabor a quienes sirvieran para el país. Los crackers de queso no son más que harina con diferentes especias que imitan el sabor del queso y se convirtieron en un snack favorito. Ahora existen en diferentes presentaciones y pocos saben su verdadero origen. No importa, si es que sabe delicioso.
Como podemos ver, la mayoría de nuestras comidas fáciles y rápidas provienen de esa influencia estadounidense. Nuestro avance social nos exige tener la misma inmediatez y rapidez que tienen los militares y por eso consumimos con constancia estos productos.
Quizás nuestro escape de la cultura de los Estados Unidos será más difícil que el que pensamos, pero no podemos negar que nos ha dado alimentos deliciosos que serán imposibles de abandonar.
Fuentes: UndertheRadar & NPR