Leslie Hiller, una chica de 14 años se mira al espejo y por fin se siente satisfecha. Luego de un fuerte resfriado, su peso disminuye considerablemente. Los jeans le ajustan mejor, el ombligo luce por fin redondito y las costillas se notan a través de su piel. Mirarse al espejo es su nuevo hobby. Por fin empieza a tener el cuerpo de una mujer, solamente le falta volumen a los pechos, pero es cuestión de tiempo. Quizá si su dosis de carbohidratos aumenta, los senos crezcan también. Aunque eso implicaría aumento de grasa en el abdomen, piernas y trasero. Hay que sacrificar algo por lo demás.
Leslie decide dejar el volumen de sus senos a un lado por la delgadez que ha adquirido; misma que le hace verse como modelo de Vogue. Su estatura, cabello rubio y estilizada complexión la harían ser la más popular de la secundaria. Ese era, en definitiva, el mayor de sus sueños. El paso número uno para lograrlo es no consumir carbohidratos para conservar la figura, pero ¿es en verdad la mejor opción? No. Dejar de comer alimentos trae más problemas que beneficios.
Leslie Hiller es un personaje ficticio de la novela “Segunda Estrella a la Derecha” de Deborah Hautzig, pero su situación no está alejada de lo que muchas personas enfrentan día a día. Los carbohidratos son fuente de grasas, en su mayoría artificiales. Dan volumen al cuerpo y provocan algunas enfermedades relacionadas con la obesidad. No es un secreto. No obstante, eliminarlos de la dieta puede ser contraproducente.
Todo tipo de comida es necesaria para tener una dieta equilibrada. Frutas, verduras, alimentos procesados y naturales, todo es funcional mientras se consuma de manera correcta. ¿Sabes qué puede ocurrirle a tu cuerpo si dejas de comer carbohidratos de tajo o incluso, periódicamente? A continuación te decimos por qué no debes eliminarlos de tu alimentación.
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Provoca cansancio
Los carbohidratos proporcionan energía al cuerpo. Retirarlos del organismo provocará un cansancio extremo, sobre todo a largo plazo. Esto hará que los diferentes sistemas que se conjugan para trabajar, se vean forzados a trabajar más, y produce un agotamiento mayor.
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Dolor de cabeza
El bajo consumo de carbohidratos reduce el nivel de glucosa en el cuerpo, lo que causa dolores de cabeza de moderados a intensos. Conforme el cuerpo va desechando los pocos azúcares, el dolor aumenta. Además, una dieta escasa en carbohidratos afecta la memoria y provoca que el trabajo cerebral sea más fuerte. La concentración disminuye y por consiguiente, te volverás irritable.
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Disminuye la capacidad física
Cuando hacemos ejercicio, transformamos los carbohidratos en masa muscular, además da energía para poder seguir con la actividad física. Entre menos carbohidratos tenga el cuerpo, más difícil es para el organismo generar energía y desarrollarla en el ejercicio. Así que habrá mucho más agotamiento y esfuerzo que no podrá ser recuperado. Sin contar la fatiga que produce ejercitarse.
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Mal humor
Existe una palabra en inglés para denominar al enojo por la falta de comida: hangry, combinación entre hungry y angry. Los carbohidratos ayudan a producir una sustancia llamada serotonina que funge como neurotransmisor para hacernos sentir bien. Eleva nuestro estado de ánimo al grado de hacernos caer en la euforia. Tampoco se trata de eso, sino de estar bien y mantener el ánimo de seguir nuestra rutina.
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Mal olor de las segregaciones corporales
Cuando dejas de consumir carbohidratos, los cuerpos cetónicos, que son los encargados de suministrar la energía del cerebro y del corazón, se eliminan a través de la orina, el sudor y otras secreciones naturales del organismo. Éstos se encargan de que los olores estén controlados, por lo que al no haber existencia de ellos, los malos aromas se harán presentes.
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Mal aliento
En relación con lo anterior, los cuerpos cetónicos se eliminan con la saliva, por lo que la boca mantendrá un olor desagradable. Tener actividad con los dientes y lengua, ayuda a mantener fresco el aliento, eso es bien sabido. Por ello, más que besar o comer constantemente, es recomendable tomar mucha agua. Sin embargo, aunque la limpieza sea buena y haya hidratación, sin carbohidratos, el mal aliento se hará presente.
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Pierdes agua, no grasa
La creencia popular y la báscula indican que dejar de comer estos alimentos funcionará de maravilla. La pérdida de peso se ve reflejada rápidamente. El problema es que lo que se ha ido, no es grasa sino agua. Los carbohidratos brindan líquido al cuerpo por lo que al no consumirlos, la hidratación que aportarían es nula. Perder agua de manera rápida reduce la velocidad del metabolismo y con el tiempo, por muy poco alimento que le des al cuerpo, aumentarás los niveles grasos.
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Desnutrición
Al restringir los carbohidratos de tu dieta pierdes masa muscular y ósea. Las proteínas no cumplen con su función, misma que consiste en formar tejidos que fungen como regeneradores y mantenimiento del organismo, por lo que el deterioro óseo y muscular es inminente. También habrá alteración hormonal, como la pérdida de cabello, flacidez en la piel y dolor en algunas zonas consumiendo más proteínas de las normales. Así que los carbohidratos le ayudan al cuerpo a ahorrar proteínas.
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Rebote
Al eliminar de tajo o periódicamente los carbohidratos, las ansias por consumirlos de nuevo se producen de tal modo que en ocasiones es imposible contenerlas. Cuando esto ocurre, llega el temido “atascón” que consiste en comer lo que tanto te limitaste en grandes cantidades. Entonces, el peso perdido (o agua) se recupera en forma de grasa que se acumula en zonas notorias como el abdomen. Todo el tiempo y esfuerzo que pusiste se verá mermado por un arranque.
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Estreñimiento
¿Sabes que los carbohidratos son una gran fuente de fibra? Si bien comer frutas, verduras o granos enteros ayudan a tener un mejor metabolismo, estos alimentos tan satanizados ayudan a que el estómago e intestinos se limpien de manera natural. Ir constantemente al baño ayuda a mantener el peso ideal, pues se elimina todo aquello que el cuerpo no requiere.
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El secreto no está en dejar los carbohidratos, ni algún otro tipo de alimento. Una dieta balanceada es señal de salud, además te hará sentir cómodo con tu cuerpo. Hacer un poco de ejercicio diario ayuda a que esto sea más evidente y el organismo lo agradecerá infinitamente.
De igual manera, hay otros alimentos que han sido falsamente culpados de subir de peso. No obstante, hay algunos que no engordan. También aprende cuales son los alimentos que te proporcionarán más energía durante el día.
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Referencias:
Cosmopolitan
Actitud Fem
Salud Para Hoy