Texto escrito por: Mónica Levín
La tradición de beber té se remonta a la antigua China, donde se registró el primer uso de tinturas de hojas medicinales en el siglo VII, aunque al principio el té era solamente usado como remedio para diferentes males, beber té evolucionó con la cultura China y se convirtió en una manera de unirse como comunidad.
El significado del té ha tomado muchas diferentes formas, desde constituir un regalo, hasta trascender el mundo físico sin recurrir a la vulgaridad de las bebidas alcohólicas, pasando por rituales de cortejo y como una parte esencial de recibir a un visitante. Esta bebida tiene muchas variaciones y sabores para todos los gustos; pero no te preocupes, no tienes que viajar a China, Japón o Marruecos para disfrutar el té como se debe, preparado por profesionales, también en la Ciudad de México puedes encontrar un lugar dónde la cultura del té vive y se comparte.
Tal como lo dice su nombre, ubicado en una esquina en la colonia Condesa, en el sur de la ciudad, “La Esquina del Té” es un pequeño local de deliciosas bebidas, cuyas paredes están repletas de distintas combinaciones de sabor para que te animes a encontrar tu favorita. Aquí podrás encontrar todo tipo de personas: estudiantes haciendo tarea, turistas disfrutando de la vista, enamorados compartiendo una tarde; tu nombra quién y ahí estará sentado en la casa de té más popular de la zona.
Desde el 2002, la Esquina ha ofrecido una amplia variedad de bebidas; hoy, además de casa de té, son importadores, distribuidores y productores de sus sabores únicos. Si eres primerizo encuentras opciones frutales como fresa, piña o guayaba, y si ya te enamoraste del té y buscas sabores nuevos, prueba algo más exótico como jengibre, menta o cardamomo; el menú es una invitación a una fiesta en tu paladar.
Puedes pedirlo frío, caliente, fraté, tepuchino o hecho soda, con el tipo de leche y endulzado como prefieras; ahí puedes personalizar tu experiencia de beber un té como en ningún otro lado, sabiendo que eres parte de la antigua tradición de convivir y aprender de tu comunidad a través del disfrute de una bebida deliciosa. Y si lo que necesitas es un momento de paz, en el silencio de tu propio espacio, también puedes comprar tu mezcla preferida a granel y prepararlo en casa; cuentan con más de 60 sabores para elegir.
Con paredes de ladrillo, mesas de madera y luces colgando del techo, el ambiente del local es casero y acogedor. Los tés y teteras son tanto ingredientes y herramientas como decoración; sus colores y aromas le dan vida a cada taza, vaso, tarro y contenedor. La Esquina del Té, a dos cuadras del Parque México, puede ser el comienzo o el fin de una caminata por la esta zona plagada de lugares interesantes que visitar. Visítala en Ámsterdam 55 loc. 3, colonia Condesa; siéntate y pide algo frío o caliente, y acompáñalo con un postre o disfrútalo solo.
Conoce a Mario Idrovo, el hombre que abandonó la ingeniería para dedicarse a su pasión por el café y atrévete a probar el Pay de limón, la bebida para los amantes de los postres.