En raras ocasiones me he sentido tan optimista ante cualquier adversidad; el mantener una sonrisa estoica provoca en mí la impresión de estar engañando a la gente, y esas personas con impermeable buena actitud me alteran, me dan qué pensar. Eso no puede ser la felicidad. Pensar que las cosas están bien con sólo decirlo me parece casi ficticio. Tampoco es que transite por el mundo con una nube gris persiguiéndome o de actitud antipática por la humanidad, pero resulta muy cierto en mí eso de que una sonrisa puede desconcertar.
Tomé entre mis manos El arte de ser feliz de Schopenhauer, siempre me pareció extraño que este filósofo tuviera entre sus títulos algo que pareciera un libro de autoayuda, pero hoy encontré una idea fundamental que abrió mi entendimiento tanto a su obra como a mis perspectivas en general: “Lo que nos hace tan desgraciados en la primera mitad de la vida, aunque tiene tantas ventajas frente a la segunda, es la persecución de la felicidad a partir de la firme presunción de que debería ser posible encontrarla en la vida (…)”
Así, con base en este autor fue como resultaron de manera resumida los siguientes puntos sin caer en los típicos y cansados pósters motivacionales que bien podría tener Barney Stinson (How I met your mother) en su oficina.
Evita la envidia. Nunca podrás ser feliz si te atormenta la idea, o el hecho, de que otro sea más feliz que tú.
Cada quien tiene su propio horizonte y éste se le presenta de tal manera según sus posibilidades o privaciones. Todos desean algo y pueden ser infelices si no lo consiguen.
No compadezcas a otro por no ser feliz; cada quién se encarga de ello.
Hay que tener buena voluntad para todo, incluso para soportar el sufrimiento inevitable.
Todo acontecimiento es necesario para nuestra vida.
El buen humor puede ser el primer paso para una buena salud y así, para una felicidad tranquila.
Está bien reflexionar sobre las cosas por hacer pero no sobre las cosas que ya están hechas.
El que seas prudente no significa que alcances la felicidad algún día.
Si algo sale mal no pienses que pudo salir bien de otra manera, simplemente fue.
Mucho de lo que sucede es azaroso.
Mantener el equilibrio entre el presente y el futuro puede aminorar las cosas. De lo contrario te preocupas por cosas que ni siquiera han sucedido.
No debes ser tan exigente. Tampoco contigo.
La vida es diversa. En pocas palabras: no te claves.
Si te enojas, hacer caras o gritar resulta ridículo y vulgar. Los actos son efectivos.
No frenes tus deseos e inquietudes; si sale mal, olvídalo. Lo hiciste.
No te aferres a las cosas materiales; así como las obtuviste, así podrías perderlas.
Si te sientes mal, mejor voltea a ver a alguien que sufra más. En serio funciona.
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