El embarazo trae muchos cambios en el cuerpo de la mujer: no sólo es el crecimiento de la panza sino alteraciones hormonales, cambios de humor, hinchazón de los pies, aumento en la cantidad de vello corporal, dejar de comer o comer más, tener mucho sueño… En general el embarazo es todo un proceso que marca la vida de una mujer.
Pero también es el proceso en el que se forma otro ser humano. Los cambios se ven por fuera pero por dentro también hay crecimiento y evolución de un embrión, un feto que comienza a desarrollarse para ser un bebé al momento del nacimiento.
Primer Trimestre
Cambios en la mamá
Los síntomas del embarazo comienzan a sentirse después de la quinta semana, es decir que durante el primer mes no hay realmente cambios y es cuando se da la fecundación e implantación del óvulo fecundado. Es también cuando la mujer confirma su estado de embarazo.
Los primeros síntomas se confunden con el síndrome premenstrual: cansancio, dolor de senos, aumento de la secreción vaginal, antojo a determinados alimentos, mayor sensibilidad olfativa o un extraño sabor metálico en la boca, en la areola se distinguen unos nódulos pequeños llamados tubérculos de Montgomery, aparecen náuseas y mareos, aumenta la producción de saliva y la necesidad de orinar.
Muchas mujeres se sienten cansadas y necesitan dormir más de lo habitual, es una defensa del organismo, que se prepara para el sobreesfuerzo que le espera en los próximos meses. Algunas embarazadas sienten un gran apetito, otras son incapaces de probar bocado y hasta pierden peso.
Cambios en el bebé
Para la semana ocho el óvulo fecundado ya es un embrión que mide aproximadamente un centímetro y pesa un gramo.
En la semana doce el embrión ya se considera como un feto. Tiene el tamaño parecido a un kiwi y comienzan a notarse de forma muy incipiente sus extremidades. Pesa alrededor de 14 gramos y mide cerca de seis centímetros.
Al final de este trimestre se han formado los órganos vitales del futuro bebé, que deja de llamarse embrión para recibir el nombre de feto.
Segundo trimestre
Cambios en la mamá
La futura mamá se siente con más vitalidad, la cintura poco a poco ha ido desapareciendo y las caderas han empezado a redondearse, empieza a notarse la incipiente pancita pero aún no resulta molesta. Los pezones aumentan de tamaño y se vuelven más oscuros y es justo en este momento cuando en el centro del abdomen suele aparecer una línea vertical de tono negruzco que se desvanecerá después del parto.
Los cambios hormonales pueden oscurecer también las zonas sensibles de la piel (pecas, lunares). La presión que ejerce el útero en el estómago puede empezar a entorpecer las digestiones y causar estreñimiento. Algunas mujeres notan una ligera hinchazón en brazos y tobillos y el vello puede hacerse más abundante.
Cambios en el bebé
En la semana veinte del embarazo el feto ya mide alrededor de 16 centímetros y pesa unos 350 gramos. Sus sistemas respiratorio y digestivo comienzan a ejercitar sus funciones.
Llega uno de los momentos más esperados del embarazo: la primera patadita del bebé. Suele notarse hacia la semana 20 de gestación, aunque las mujeres que tienen más hijos pueden percibir los movimientos fetales unos 15 días antes.
Para la semana veinticuatro el bebé ya mide cerca de 30 centímetros y pesa entre 600 y 700 gramos. Si ocurriera un parto prematuro a esta edad, el bebé ya podría respirar fuera del utero. El movimiento al interior ya es más notorio.
Tercer trimestre
Cambios en la mamá
La panza comienza a resultar prominente y pueden aparecer molestias en la espalda, la mamá ya siente dificultades para respirar y el corazón comienza a latir más deprisa para bombear la sangre hacia la placenta.
Las molestias típicas de los últimos meses (dolor de espalda, acidez, estreñimiento…) se hacen más evidentes por el sobreesfuerzo. Es posible que la futura mamá haya engordado alrededor de 11 kilos.
Cambios en el bebé
Semana veintiocho: el feto tiene más desarrollo en su cerebro y es más receptivo a los estímulos del exterior. Pesa al menos mil 100 gramos y mide alrededor de 40 centímetros.
La semana treinta y dos está determinada porque el cerebro del bebé ya está completamente formado, el peso ya es cercano a los dos kilos y mide unos 42 centímetros. Si naciera en esta semana, tiene 85 por ciento o más de probabilidades de sobrevivir.
En la semana treinta y seis la piel del bebé ya se torna rosada y ya se acomoda en posición para el parto (cabeza abajo y encajado). El vello que lo cubre ya comienza a desprenderse así como una sustancia blanquecina que lo ha cubierto desde siempre. El bebé se come todo esto y esa es la razón de que las primeras deposiciones sean de color oscuro.
Semana cuarenta: listo para salir al mundo. Los bebés recién nacidos tienen la cabeza deformada (por el paso en el canal vaginal), tienen restos de sangre y de lanugo (los vellitos que le cubren)… y la piel con tonos morados, amarillos o rosas.
TODAS LAS ILUSTRACIONES DEL ARTÍCULO POR: PAULYNA_ARDILLA
Es importante que sepas que no todos los bebés nacen en la semana 40 con exactitud por lo que el monitoreo constante es básico para preparar su llegada.
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