Este artículo fue originalmente publicado por Julieta Sanguino el 6 de mayo del 2016.
¿Te imaginas cuántas personas con problemas mentales hay a tu alrededor? En mi vida he conocido al menos a cinco, algunos evidentemente más graves que otros, pero entre ellos, un amigo que sufre esquizofrenia, una amiga con bipolaridad y otro con depresión me han hecho preguntar esto. En realidad, nadie está exento y muchas veces sin saber cómo, tener la culpa o mucho menos provocarlo nosotros, nos encontramos envueltos en una enfermedad mental que nos acompaña por el resto de nuestra vida.
Una de cuatro personas en México presenta al menos un trastorno mental y una de cada tres personas habrá tenido una enfermedad mental al momento de cumplir 65 años, estos datos de acuerdo con Trastornos psiquiátricos en México: prevalencia a lo largo de la vida en una muestra representativa nacionalmente. El alcoholismo es considerado uno de los problemas más serios y recurrentes, después la depresión y luego algún tipo de fobia.
Evidentemente saber sobre nuestro trastorno mental no es tan sencillo como imaginamos. Implica estudios y patrones de comportamiento repetitivos que seguramente los que están cerca de nosotros perciben. No son hechos aislados, pero algo puede desencadenar aquello que viene con un futuro que nunca imaginamos ni quisimos imaginar. Estas son algunas de las enfermedades más comunes, al menos en México, mismas que prevalecen en Estados Unidos y seguramente en muchos países.
Trastorno de ansiedad generalizada
Es perfectamente normal ponerse ansioso en situaciones aterradoras, pero cuando los periodos de ansiedad van más allá de sólo ese cosquilleo que nos hace sentir mal y nuestro comportamiento cambia, algo erróneo ocurre. Esos que sufren ansiedad tienen mucho miedo todo el tiempo y al menos un 18% de la población lo padece. Si sufres preocupación excesiva por diferentes acontecimientos o actividades por más de seis meses, y tienes tres o más de los siguientes síntomas, puedes sufrirla: inquietud o impaciencia, fatiga fácilmente, dificultad para concentrarte, irritabilidad, tensión muscular y alteraciones del sueño.
Depresión
En la mayoría de los países la depresión es uno de los problemas psicológicos más comunes. Se estima que más de 10 millones de estadounidenses lo padecen y en México el 7% de la población sufre de ella, lo que podría ser un factor determinante para que alguien tenga una vida social buena. Un estado en el que los sentimientos de tristeza, ira o frustración interfieren en la vida diaria por periodos largos. Puede ocurrir en personas de todas las edades y aquel que la padece puede tener insomnio, pérdida o aumento de peso, cansancio, falta de energía, sentimientos de inutilidad, sentimientos de desesperanza y abandono, inactividad y retraimiento y pérdida del placer por actividades que antes lo hacían sentir pleno.
Trastorno obsesivo compulsivo
Las personas que lo sufren tienen pensamientos, sensaciones, ideas, sentimientos o comportamientos repetitivos que no desean. Cuando aquel que lo padece se libra del pensamiento obsesivo, siente un alivio temporal, pero si no lleva a cabo ciertos rituales, sufre y comienza un comportamiento ansioso. Los médicos aún no saben porqué existen los TOC, pero se cree que es debido a lesiones de cabeza, infecciones o funcionamiento anormal del cerebro y aquellos que lo pueden poseer tienen síntomas muy cerca de los 30 años.
Existen muchos tipos de obsesiones y compulsiones que pueden ser tanto físicas como mentales: conteo excesivo, miedo a los gérmenes, lavarse las manos de manera repetitiva, repetir palabras en silencio, rezar.
Trastorno de pánico
Un tipo distinto del trastorno de ansiedad, quien lo padece tiene ataques repetitivos de miedo o de que algo malo ocurra. Es dos veces más común en mujeres que en hombres. Aquella crisis o ataque de pánico que comienza de repente y que puede durar de 10 minutos a más de una hora. Los de alrededor pueden confundir el ataque de pánico con uno cardíaco y quienes lo poseen viven con miedo de otro ataque y de encontrarse solos en el momento en que ocurra.
Si lo tienes, tal vez hayas sentido por lo menos cuatro de los siguientes síntomas: dolor torácico; mareos o desmayos; miedo a morir o a perder el control; sensación de asfixia; sentimientos de separación e irrealidad; náuseas y malestar estomacal; entumecimiento de manos, pies o cara; palpitaciones muy rápidas o fuertes; sofocación; sudoración o escalofríos; estremecimiento.
Desorden bipolar
La persona que padece bipolaridad suele tener periodos de depresión y periodos de extrema felicidad, en otras ocasiones está demasiado malhumorado o irritable. No sólo existen estos altibajos en su estado de ánimo, sino en su energía. Generalmente comienza entre los 15 y 25 años y muy comúnmente se da en personas con familias que también lo padecen.
Fobia social
Es un miedo intenso y persistente ante situaciones que involucren a otras personas, sobre todo si la interacción puede ser motivo de escrutinio o juicio, como en fiestas o reuniones. Evitan situaciones en las que puedan ser juzgadas y suelen confiar en la bebida o las drogas para relajarse ante determinadas situaciones, por lo que es necesario tener cuidado ante estas circunstancias.
Se preocupan durante días o semanas antes sobre las situaciones que temen y este miedo a veces puede interferir en el trabajo o actividades ordinarias.
Siempre nos gusta mostrar nuestra mejor cara, una que creemos adecuada para las redes sociales, para enseñarle a los demás, para que los otros sepan qué tan felices somos aunque la realidad sea distinta. Simulamos. Todo el tiempo vivimos en una cadena de simulaciones que no nos permiten imaginar cómo es el mundo real, porque éste es una utopía. Pero la mayoría de nosotros estamos destruidos por dentro y por fuera. Simulamos, pero no mostramos nuestro verdadero rostro, el que se encuentra desamparado y solo ante la multitud mentirosa que está a nuestro alrededor. Estas fotografías son de Laura Hospes, la mujer que nos muestra la intensidad de las enfermedades mentales.
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