¿Qué significa alcanzar el equilibrio? ¿Acaso es la capacidad de mantenerse en pie cuando se camina por una superficie extremadamente angosta? ¿O se refiere a la capacidad de poder mantenerse firme, sin titubear ante ninguna situación?
De acuerdo con la filosofía budista, alcanzar el equilibrio o iluminación es el arte de leer la vida entre líneas; de esta manera, poder apreciar el interior de la naturaleza y de nosotros en la peregrinación de la existencia. Este pensamiento cimienta sus bases sobre la adquisición del conocimiento científico, empírico y la relación del ser con su entorno, comprende que hasta el más mínimo microrganismo tiene un impacto espiritual en nuestra vida.
El budismo histórico de Siddharta Gautama —posterior al establecido por Buda Shakyamuni—, ha tenido un impacto positivo dentro de la sociedad occidental contemporánea, y ha sido aceptado por las generaciones más jóvenes como una alternativa de pensamiento, pues ofrece una vertiente del conocimiento que establece una mediación entre el ser místico, el ser natural y el ser científico.
A mediados del siglo XX, luego del caos y la reestructuración del orden mundial, las sociedades occidentales recurrieron a este tipo de pensamiento bajo el discurso interpretativo de uno de los autores más irreverentes de todos los tiempos: Jack Kerouac y su libro “Los Vagabundos del Dahrma”. Este texto es una adaptación de la filosofía Zen a las posibilidades que la vida occidental ofrecía, el impacto social que éste tuvo en las nuevas generaciones —obligadas a vivir dentro el stablishment— giraba en torno al radicalismo adaptado y olvidaba las bases de la sociedad occidental, para perseguir así una existencia humana aparentemente más pura.
Los hippies fueron los principales promotores de esta nueva redirección del ser Zen y “Los Vagabundos del Dharma” se convirtió en la guía perfecta para adentrarse a tan peculiar estilo de vida. La clave de la felicidad se interpreta dentro de esta corriente de pensamiento como la simpleza de apreciar a todos y todo a la vez; aunque tomaría toda una vida aprender el sentido de un sólo haikú, o descifrar un proverbio con certeza, pero algo que sí ofrece esta afamada religión es la oportunidad de tener un encuentro interno y reflexionar a partir de ese suceso.
Todo lo que nos rodea tiene un impacto emocional en nosotros y no es una decisión individual, sino que se relaciona con el imaginario colectivo que todos aceptamos de facto y con el pasar de los años; por ello, el budismo actúa como una especie de catalizador para procesar de manera liviana todas esas cosas que nos hacen excesivamente felices o nos llevan a un estado de tristeza incontrolable.
Esto no quiere decir que la solución a todos nuestros problemas sea practicar yoga, realizar una sesión de té floral, o inducirnos a una profunda reflexión, sino que todo tomará sentido de acuerdo a nuestra capacidad de valoración hacia lo adverso y lo complejo, para definir así un posible método el cual ejercer correctamente en nuestra inteligencia emocional, o en palabras zen: “alcanzar la iluminación”.
No le niegues a tu espíritu la oportunidad de ubicarse y descubre un poco de esta filosofía al reflexionar con algunas de las mejores frases que el budismo Zen nos ha dejado.
“La paz viene del interior. No la busques fuera”.
—Buddha
“Se debería aprender a dejar ir, antes de aprender a recibir. La vida debe ser tocada, no estrangulada”.
—Ray Bradbury
“Ten Paciencia. Espera a que el barro se aciente y el agua esté clara. Permanece inmóvil hasta que la acción correcta surja por sí misma”.
—Lao Tzu
“Preocupado por una sola hoja no verás el árbol completo”.
—Anónimo
“Sólo hay dos días en el año en los que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y el otro se llama mañana. Hoy es el día correcto para amar, crecer, hacer y vivir”.
—Dalai Lama
“El objetivo de tu deseo no es un objeto”.
—Jack Gardner
“Los problemas que permanecen persistentemente sin resolver, deberían ser tomados como preguntas cuestionadas de forma incorrecta”.
—Alan Willson Wats
“El estrés es un estado ignorante. Con él crees que todo es una emergencia. Nada es tan importante”. —Chris Pentiss
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Los grandes pensamientos son emprendidos por maravillosos seres humanos que comprenden su existencia a través de la reflexión, lejos de ser otro consejo de superación personal, el ser Zen es una disposición de seguir aprendiendo, así que si quieres conocer más sobre esta filosofía adaptada a los valores de la sociedad occidental, tal vez te puedan interesar las frases de los Vagabundos del Dharma para descifrar el secreto de la felicidad espontánea.