“Un verdadero guerrero, como el té, muestra su fuerza en agua caliente”. Proverbio chino
Es bien sabido que el consumo de té en la Unión Europea se remonta al lejano Oriente, cuando el imperialismo inglés del siglo XVII tuvo como consecuencia, entre otras cosas, la difusión de la singular práctica que tuvo como resultado la dependencia de los consumidores al té verde, para cambiarlo un siglo después por el negro con un toque de leche.
En 1946, George Orwell dedicó un ensayo a la bebida que está estrechamente relacionada con las letras, al menos en la literatura inglesa: el té, la bebida que , según el escritor, es uno de los pilares de la civilización europea. El autor británico amaba tanto la bebida, que ese año escribió una especie de manual compuesto por once reglas de oro para preparar una taza perfecta de té. A Nice Cupo f Tea, una declaración sobre cómo se debe tomar el té para considerarse un auténtico británico.
Cinco años antes, en 1941, sumergidos en la guerra que dejó en la miseria a muchas familias, la corona inglesa ya había publicado un manual para la preparación perfecta de una taza de té, “el único consuelo que tenían los habitantes” ante las penurias, cuando la vida comenzaba a ser difícil.
Su olor tan especial, entre dulce y herbal, daba esperanza a quienes estaban inmersos en la guerra; quizá por esa razón los ingleses se muestran tan fieles a “la hora del té” aún después de tantos años. El tiempo y las condiciones sociopolíticas han cambiado y hoy se puede disfrutar de una rica y perfecta taza de té en todos los cafés británicos, pero es claro que en la Unión Europea los consejos para una perfecta taza de té y el cuidado de las hojas son los mismos desde hace mucho tiempo, y a a continuación te los presentamos:
1) En general, almacena las hojas en un recipiente herético, de preferencia lejos de queso, jabón, especias y otros productos con aromas fuertes.
2) También mantén el té lejos del piso y alejado de las paredes.
3) Siempre usa té de buena calidad. Gastarás un poco más de dinero, pero vas a sacar más partido de tu libra.
4) Usa agua fresca. Agua pasada hará un té pasado y eso nadie lo necesita, especialmente en tiempos de guerra.
5) Asegúrate de calentar tu tetera antes de agregar el agua caliente y las hojas de té.
6) Usa la proporción correcta de hojas de té y agua.
7) Remoja el té en agua que no esté ni por debajo del hervor ni sobre hervida.
8) Deja que el té se infusione por el periodo correcto de tiempo. De 3 a 5 minutos debería bastar para casi todos los tipos de té. Otras clases requieren más tiempo.
9) Usa teteras de porcelana, barro o acero inoxidable. Evita aquellas con esmalte o de estaño.
10) No añadas leche al té demasiado pronto. Espera hasta el último minuto posible.