La felicidad es una sensación maravillosa que todos quisiéramos vivir cada día, pero muchas veces no sabemos cómo alcanzarla, nos sentimos frustrados, tristes y pesimistas. Si estás buscando una manera de sentirte mejor, este artículo es para ti.
Lo primero que debes saber es que la felicidad es un viaje, no un destino, olvídate de aguardar al momento perfecto para emprender este camino; se trata de una decisión que puedes hacer ahora mismo y no depende de una relación amorosa, el dinero o un trabajo ideal.
Reconoce que lo que piensas y haces guarda una estrecha relación con tu estado de ánimo. ¿Preparada para dejar el desánimo? Sigue estos consejos y experimenta el gozo cada día:
Ámate a ti misma
Es imposible ser felices si creemos que no valemos o no nos sentimos merecedores de la alegría, sabemos que cuando hemos pasado la mayor parte de nuestra vida reprochándonos y lamentándonos de nuestras acciones, querernos no resulta una tarea fácil, pero puedes cambiar ese concepto ahora mismo.
Comienza por hacer afirmaciones diarias que lleven señales a tu cerebro de cuán merecedora eres de la felicidad, abrázate, reconoce tus logros y expresa constantemente cuánto te amas. También puedes practicar frases de actitud positiva que te ayudan a enfocarte.
Vive el ahora
Uno de los mayores obstáculos que tenemos para ser felices es no vivir el presente, estamos enfocados en lo que hicimos ayer o ansiosos por lo que tendremos que hacer o nos deparará el mañana. La vida es ahora.
Concéntrate en lo que estás haciendo en cada momento y disfrútalo, abraza cada sensación; no te prives del hoy y disfruta ese café, ese compartir con los amigos o ese paisaje que estás viendo. Vívelo todo con pleno conocimiento.
Perdona y deja ir
Este consejo está muy relacionado con el anterior, la vida está llena de muchas experiencias, puede que en el pasado alguien te haya hecho daño o a menudo estés pensando en lo que pudiste hacer mejor.
El pasado solo existe en tu mente y únicamente está allí para enseñarte qué acciones puedes hacer mejor ahora; perdona a quien te haya lastimado, incluso, si es necesario, perdónate a ti misma. Deja ir con amor lo que te perturbó en un momento, acéptalo como parte del aprendizaje de la vida y sigue tu camino con optimismo.
Practica la gratitud
Agradecer por lo que tenemos es un aliado maravilloso en el camino a la felicidad, a veces pasamos tanto tiempo quejándonos de los problemas y de lo que nos falta por lograr que olvidamos ver con lo que contamos.
Practica la gratitud, agradece a la vida por tu salud, por tus dones, tu trabajo, por tu familia, amigos y dones; mira a tu alrededor y fíjate en cada elemento que posees. No esperes a tener más para ser feliz, agradece lo que beneficia a tu vida, lo que ya tienes la suerte de poseer.
Si quieres, puedes hacer una lista cada día de las cosas o momentos con los que cuentas y manifestar tu gratitud por estar presente, te sorprenderás del bienestar emocional que esto traerá a tu vida porque, además, es una señal a tu cerebro de que estás abierta a nuevas experiencias agradables.
Ayuda a otras personas
En la vida todos estamos conectados de alguna u otra manera, lo que damos lo recibimos de vuelta de una manera sorprendente, así que dar a otros es igual a darnos a nosotros mismos. Acompañar y ayudar a otras personas nos hace reconocernos como buenos seres humanos y nos transmite el mensaje de que nuestro tiempo ha sido mejor empleado.
Esta experiencia puede ser muy útil para ingresar a un voluntariado y así hacer algo por la humanidad, pero también puede lograrse con pequeños gestos diarios; dar un consejo, ayudar a alguien a cruzar la calle, ceder el asiento del metro, compartir un bonito mensaje o invitar a un amigo a comer. Es increíble el efecto positivo para nosotros, además de mejorar el estado de ánimo de los demás.
Medita y relájate
Nuestro cerebro nunca para de pensar, pero quizás no te hayas dado cuenta que no tiene descanso; practicar la meditación trae efectos muy positivos para nuestra salud emocional y, en consecuencia, es una excelente opción para ser feliz.
Dedica unos 15 minutos al día a escuchar música suave, prende un incienso agradable y concéntrate solo en tu respiración. Fíjate en cómo entra y sale el aire de tu cuerpo, presta atención al silencio, si llegan pensamientos a ti, míralos como una película y déjalos ir sin aturdirte.
Esto ayudará a entrenar tu mente para estar callada, alejar las preocupaciones y la ansiedad que te ocasionan frustración e infelicidad.
Duerme bien
En ocasiones nos acostamos desanimadas, tristes o preocupadas por algún evento del día y nos levantamos igual, la verdad es que dormir bien es una gran estrategia para ser felices; esto se debe a que un buen sueño influye en partes de nuestro cerebro que guardan los recuerdos positivos, mientras que un mal dormir refuerza los negativos.
De esta manera, cuando descansamos bien nos levantamos más motivados y con mayor capacidad para afrontar los retos que nos presente el día. Un buen sueño es sinónimo de felicidad y optimismo; procura apagar el televisor, el teléfono y las luces, así como establecerte una hora fija para ir a la cama.
¡La felicidad es una elección que solo depende de ti! Existen muchas acciones que puedes hacer a diario sin un gran esfuerzo, pero que tendrán grandes resultados en tu bienestar emocional.
Si te interesan más textos como éste visita Ayuda Mística, un portal de desarrollo personal, espiritualidad y astrología, el cual aporta contenido exclusivo que busca ayudar a las personas en su crecimiento espiritual y en su camino de auto conocimiento.
Checa también porqué las mujeres disfrutan más la soltería y cuál es la diferencia entre amar y necesitar a alguien