La indiferencia es una buena técnica cuando se trata de llamar la atención y con el paso de los años se ha hecho cada vez más popular y efectiva en el ámbito de las relaciones amorosas, aunque seguramente también la utilizas en otras situaciones y con otras persona, no exclusivamente con tu pareja. Poco a poco el concepto se ha utilizado para diferentes casos, comprobando que es una idea interesante para gestionar diversas situaciones.
La indiferencia asertiva es conocida como un comportamiento que bloquea voluntariamente cualquier tipo de reacción externa frente a un estímulo determinado. Este comportamiento tiene como principal objetivo que no reveles tus sentimientos a otra persona.
Lo que la indiferencia asertiva busca es no exponer las emociones reales; sí, podría parecer como un compartimento para fingir y manipular a alguien, pero la realidad es que es todo lo contrario. La idea es evitar mostrar tus debilidades para no ser manipulados por alguien más, en donde ambos entran en un juego de poder.
Las relaciones de pareja pueden ser como una ruleta rusa: a veces pueden estar increíblemente bien y en otras tantas se puede convertir en un campo de batalla y por lo tanto, existen muchos elementos con los que pueden jugar en ella. Tanto hombres como mujeres han tomado alguna vez el papel como figura de poder para medir la vulnerabilidad del otro y saber cuánta influencia tienen sobre él; la mayoría de las veces, este comportamiento surge al inicio y término de la relación.
Fingir que no sientes mucho para impedir que se concrete la manipulación o para evitar que revivas un vínculo que ya diste por terminado es una buena manera de utilizar la indiferencia asertiva. Esta técnica no es un engaño como tal, sino una táctica para que logres el bien superior.
La indiferencia asertiva también es de gran ayuda cuando tienes vínculos conflictivos persistentes, por ejemplo: cuando tienes algún compañero laboral con el que tienes diferencias graves que provocan malestar. Ambos están conscientes de que no hay arreglo y por algún razón para esa persona es vital generar contradicciones contigo. Entonces te das cuenta de que el diálogo es imposible y es cuando debes recurrir a la indiferencia asertiva, ya que ésta implica no caer en provocaciones, ignorar los comentarios ofensivos y renunciar al vínculo conflictivo con esa persona. El objetivo de la indiferencia asertiva en esta situación es que no des una respuesta a los estímulos que te mandan que al final solamente te conducirán a problemas más graves e inútiles.
Con el tiempo puedes encontrar la efectividad de la técnica de la indiferencia y verás cómo se convierte en una manera de desactivar la conducta nociva de la otra persona. Simplemente es una manera inteligente de gestionar diferentes situaciones conflictivas y molestas que vives en tu día a día, además de que te provocará tranquilidad.
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