No existe una línea o un modelo de cómo realmente es el amor; ni el de las películas románticas, ni el de los libros y mucho menos el de tus padres en algunos casos. Si creciste en medio de un matrimonio lleno de peleas, dolor, gritos y escasez de cariño, entonces entenderás de lo que estamos hablando. A veces se cree que los padres son los mejores modelos a seguir en todos los aspectos, pero a veces ellos son quienes te ayudan a que te des cuenta de qué es lo que no quieres de la vida: como una relación tóxica.
Un matrimonio tóxico es muy dañino para los hijos, la razón por la que entiendes que tú no necesitas ni deseas pasar por algo similar. Sí, fue complicado crecer en medio de peleas y llantos, pero eso fue lo que te hizo abrir los ojos y decir que tú no tendrás lo mismo, y que esto no es un patrón que tengas que seguir al pie de la letra.
1. Un embarazo no es una razón para casarte
Un hijo nunca debe ser motivo por la que tengas que casarte con alguien, no es una obligación. Para casarte necesitan ambos desear compartir su vida, quererse y estar conscientes de que van a crear una unión porque el matrimonio no es cualquier cosa y no es necesario que, si está un hijo de por medio, tengan que casarse.
2. Casarte joven no es una buena idea
Cuando no tienes la suficiente experiencia en las relaciones, la mayoría de las veces fracasan. Te faltan millones de cosas por vivir, muchas personas que conocer y mil aventuras y logros sólo para ti antes de que decidas unir tu vida con la de alguien más. Recuerda que puedes tomarte el tiempo que necesites, mientras vive lo que quieras.
3. Las peleas frecuentes no es algo normal
Sí, discusiones, desacuerdos y algunas peleas siempre son parte de una relación. Pero si éstas se convierten en un tema de todos los días, entonces es algo delicado porque la relación deja de ser sana.
4. No está bien quedarse juntos sólo por los hijos
Muchas personas viven con la idea errónea de que, si los papás se divorcian, lo niños pueden crecer con traumas, pero la verdad es que los daña más cómo la relación de sus padres es un completo desastre y peleas constantes sin fin.
5. No descuidar a tu pareja por tus hijos
No se trata de que eches a los hijos en el abandono, sino que no descuides a tu pareja porque entonces la relación se va desgastando. Cuando te muestras distante con tu compañero, sólo se alejan y debilitan su matrimonio. Así que, cuando llegues a esta etapa, aprende a dedicar tiempo a tus hijos, a tu pareja y a ti.
6. Los hijos no son armas
Usar a tus hijos como motivo para que tu pareja no te deje, es de las cosas más ruines que pueden pasar. Asimismo, utilizarlos como intermediarios para comunicarse, o que se pongan en contra de uno de los papás es un acto horrible.
7. Piensa bien antes de perdonar una infidelidad
No te dejes llevar por el amor y piensa bien en todo lo que conlleva perdonar una infidelidad. Cómo te sientes, qué harán para remediarlo si decides perdonar, y cómo te vas a sentir más adelante.
8. Los hijos se dan cuenta de todo aunque pienses que no
Los padres piensan que los hijos no son observadores y que no perciben situaciones que pasan en su propia casa, pero la verdad es que son ellos los primeros en enterarse de gran parte de éstas, esto les podría afectar más de lo que parece, por lo que deben tener cuidado.
9. El amor y la pasión deben seguir trabajándose
En una unión, si el amor y la pasión se enfrían, la relación está condenada a caer en el fracaso. El secreto es que no se pierda esa chispa que los hizo enamorarse para mantener tu relación, aún a pesar del tiempo que lleven juntos.
10. Si te casas no es una obligación que tengas hijos
Si tu pareja y tú deciden casarse, pero no quieren tener hijos, está bien. Los hijos posterior al matrimonio no es una obligación y tampoco es el paso que debe seguir. Incluso unirse sin casarse y tampoco tener hijos, no está mal; hagan lo que más los haga felices y tomen las mejores decisiones para ustedes.
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