Si hay algo de lo que no nos podemos librar tan fácilmente es de una rutina cargada de labores y responsabilidades que no sólo nos generan satisfacción y crecimiento personal, sino un poco de estrés en ocasiones. Te platicamos sobre la limonada de lavanda para reducir el estrés y la ansiedad, además de otros beneficios que quizá no conocías.
Definitivamente, cuando estamos estresados o nos sentimos ansiosos, la última opción debe ser recurrir a un psiquiatra para que nos recete ansiolíticos, pues si tenemos una razón bien identificada y la convicción de que podemos recurrir a métodos más naturales, podremos evitarnos efectos secundarios molestos que no necesitamos.
Claro que si tus síntomas sobrepasan tus posibilidades y sientes que has perdido el control total, debes platicar con un médico para que te sugiera buenas ideas, que seguramente implicarán el poder platicar de lo que sentimos.
Aceite de lavanda
Por eso que te platicamos de los beneficios de la lavanda, una planta que no sólo luce genial en todos los espacios y su aroma es relajante. El aceite de lavanda puro es uno de los más poderosos en cuanto a sus beneficios a la salud, y es uno de los favoritos de las personas que recurren a los aceites esenciales y medidas naturales en general.
De acuerdo con investigaciones de científicos de Florida, el aceite de lavanda reduce los síntomas de la ansiedad pues reduce el pulso cardíaco. Además, en el ámbito hospitalario, la aromaterapia con esta planta disminuye la angustia en los pacientes previa a las intervenciones.
Con sus más de 150 componentes activos, el aceite de lavanda posee propiedades antiinflamatorias, antidepresivas, antisépticas, analgésicas, desintoxicantes, hipotensoras, sedantes, antimicrobianas y antiespasmódicas.
También ayuda con el dolor de cabeza, aliviar el insomnio, disminuye los dolores del parto, cura la resaca y es bueno contra la congestión de los senos paranasales.
Limonada de lavanda
Agregar unas cuantas gotitas de aceite de lavanda a tu limonada te ayudará mucho a controlar tus síntomas de estrés, además es una manera muy práctica de aprovechar sus beneficios y propiedades medicinales.
Para consumir el aceite de lavanda, basta con agregar 1 gota de esencias a 10 tazas pequeñas de agua pura con el jugo de seis limones que pueden ser verdes o amarillos. Puedes endulzarla con unas cuantas cucharadas de miel de abejas o de agave, decorarla con una ramita de lavanda, y tomarla a lo largo del día.
Otras maneras de lavandizarte
Además de consumir la esencia en tu limonada, puedes darte un baño de tina –si cuentas con una en casa–. Añade 6 gotas del aceite esencial en el agua, relájate escuchando música relajante y métete a la cama. También puedes agregar un par de gotas a otro aceite sin refinar (como el de almendras) para utilizarlo como aceite corporal. Puedes aplicarlo en tus muñecas y detrás de tus orejas. Esto además de repeler insectos, te hará conciliar el sueño y mantenerte tranquilo.
¿Dónde comprar aceite de lavanda apto para ser consumido?
No todos los aceites están hechos para su consumo, las que utilizas en tu humidificador no son ingeribles. Puedes encontrarlo en las tiendas naturistas, aunque no en todas. Lo más práctico es dar un par de clics y ordenarlo a través de Amazon. Da clic aquí para comprar el tuyo.
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