Voluminoso, suntuoso y único, así fue el vestido de novia de la Princesa Diana… un vestido que trascendió, cambió los estándares de la realeza y quedó para la historia.
Diseño y confección de ensueño, una oda maximalista que marcó un antes y un después respecto a los vestidos de las demás integrantes de la Familia Real, así fue el vestido, el cual fue complementado de una manera mágica (como lo merecía) con los accesorios correctos y elementos adecuados, tal es el caso desde la tiara, pasando por el velo, la cola del vestido y… los zapatos.
Desde el momento en que Diana Spencer bajó de aquel carruaje que la dirigió a la catedral de San Pablo, el 29 de julio de 1981, algo era claro: Diana no era como las demás y todo lo que llevaba ese día, iba perfectamente conjugado con su carisma y su sonrisa deslumbrante.
Más allá de su hermoso vestido de cuento de hadas, era de esperarse que su calzado fuera de la talla de tan excéntrico traje nupcial y fue así… no se trataba de stilettos como los que llevaron en sus respectivas bodas sus nueras Kate Middleton y Meghan Markle, rompiendo barreras (como siempre) optó por un par de flats, pero no cualquier par.
¿Cómo eran los zapatos que la Princesa Diana llevó en su boda?
El par de flats (también de cuento de hadas) fue diseño por el modista Clive Shilton, quien como era de esperarse, los hizo a la medida y con la ayuda creativa de la misma Diana.
Unos flats diferentes a otros, se concibieron como una verdadera obra de arte, pues fueron hechos con satén de marfil e involucraban aplicaciones de 524 lentejuelas de nácar y 134 perlas que fueron colocadas a mano, de hecho, se dice que tomaron seis meses en terminarse.
Lo anterior conjugado con cordones de cuero dorado y aplicaciones de encaje traído desde Nottingham, mientras que las suelas pintadas a mano, tenían figuras florales y las iniciales de la Princesa Diana y el Príncipe Carlos, así como un pequeño tacón de cuña. Uno de los detalles más románticos que se visualizaba en los flats fue un broche de corazón en la punta que fue elegido por Lady Di.
Como punto final, fue el mismo modista Clive Shilton, quien los nombró como “Cinderella” por obvias razones y cero dudas.
Y aquí es cuando surge una de las mayores dudas…
¿Por qué Lady Di uso flats en su boda?
Como en el caso de Kate Middleton, de Meghan Markle o de cualquier princesa y/o novia, se esperaba que el calzado que llevara la Princesa Diana el día de su boda fueran unos elegantes stilettos, sin embargo no fue así.
Pero, ¿por qué?, ¿por comodidad? No exactamente, aunque hubiera sido la respuesta más esperada, sino que le fue prohibido a la Princesa Diana usar tacones para no ser más alta que el Príncipe Carlos.
Y es que, se dice que la Princesa Diana y el Príncipe Carlos medían lo mismo de estatura, 1.78 aproximadamente por lo que era prácticamente un delito que el día de su boda, Diana fuera más alta que él, no solo por tratarse de un asunto de la realeza sino que a principios de los 80, cuando se suscitó la boda, existían bastantes prejuicios respecto a la estatura de un hombre y una mujer no podía ser más alta que él, pues podía denotar “superioridad”.
Es por esa razón que Lady Di tuvo que usar unos encantadores flats el día de su boda y las cosas pasan por algo, con todo y zapatos sin tazón, la Princesa Diana lució espectacular el día de su boda, de eso no hay duda.
Respecto a lo que pasó con ellos, vale la pena decir que el modista Clive Shilton creó dos pares de zapatos idénticos, el de Diana y otro de repuesto. El par de flats de la Princesa Diana no se sabe dónde se encuentra ahora mismo, pero el par de repuesto llegó a la casa de subastas de Kerry Taylor Auctions, en la que alcanzaron un precio de 30 mil libras.
Y que, como dijo Manolo Blahnik: “Los zapatos tienen un misterio que solo conoce la mujer que los lleva, es la manera de caminar, es mucho más”, y sabemos que la actitud y personalidad de Lady Di, hicieron de esos flats una obra de arte icónica.
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